El Parque de Diversiones negó haber discriminado al grupo de personas trans que lo denunció públicamente en redes sociales por no dejarlo entrar a sus instalaciones el pasado domingo 12 de febrero. En entrevista con La Nación, la gerente general de la empresa, Marcia Lobo, aseguró que el recinto solo siguió su reglamento interno y en ningún momento discriminó a las clientes.
La vocera comentó que el Parque no había querido entrar en detalles sobre lo acontecido porque “es respetuoso de la privacidad de sus huéspedes” y ha preferido ser cauteloso al no dar mucha información, ya que se trata de un tema “muy personal”. Sin embargo, este jueves solicitó conversar con este diario para aclarar dudas y dar su versión de los hechos.
El grupo de seis personas trans que denunció haber sido discriminado por trabajadores del Parque contó que no se le dejó entrar al lugar aunque ya había comprado sus entradas por Internet y que incluso una de las integrantes fue retenida por la seguridad del sitio. La ofendida afirmó que fue discriminada por una trabajadora que se refirió a ella como “él” en varias ocasiones, a pesar de que reiteradas veces le solicitó que utilizara el pronombre correcto cuando hablara sobre ella.
Las denunciantes dijeron que el motivo que alegó el Parque para no dejarlas ingresar fue que las vieron consumiendo droga en las afueras de las instalaciones, pero aseguraron que en realidad ellas solo compartieron un cigarrillo de CBD (derivado del cannabis) y lavanda, “productos que ahora se consiguen en tiendas físicas y son utilizados con fines medicinales”. Reclamaron que, a su consideración, el rechazo al ingreso en realidad estuvo asociado a una discriminación “transfóbica y diversofóbica”.
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Ante esto, la gerente Marcia Lobo aseguró que los trabajadores nunca discriminaron a las clientes y que únicamente no se les dejó ingresar porque incumplieron el reglamento interno del Parque. Explicó que la infracción se debió a que se presumió que las personas fumaron una sustancia desconocida en las afueras del parque y que el artículo 36 de la normativa de la empresa señala que no se puede dejar entrar a las instalaciones a personas que hayan consumido algún “producto desconocido”.
El artículo en cuestión en realidad no hace alusión específica a productos desconocidos, sino que solo detalla que no se puede “transitar dentro del Parque de Diversiones en estado de ebriedad o drogado, lo cual puede ser valorado discrecionalmente por las autoridades correspondientes”. Cuando se le preguntó a la gerente cuál era la prueba que tenía la empresa para aseverar que las clientes estaban drogadas, respondió que solo se tomó en cuenta el aviso verbal que dio un trabajador del recinto.
“Había un grupo de personas fumando afuera de las instalaciones de Parque a espera de ingresar. Estaban consumiendo un producto y, ante esta acción que percibimos, se identifica la posibilidad de que estas personas ya ingresando a Parque estarían violando el reglamento general para su uso y disfrute.
“Lo que hicimos fue implementar nuestro reglamento. Somos una empresa privada. No se dañó a la gente, no se limitó, no les estamos diciendo que no vuelvan a venir. Se les reagendó a petición e indicación de la fecha que podían venir estas personas. Entonces, hemos actuado como se actúa con nuestro reglamento con toda la población en general”, dijo Lobo.
El Parque reconoció que en dos ocasiones sus trabajadores usaron pronombres incorrectos para referirse a una de las personas trans, pero que en ambos momentos, ante la aclaración por parte de la huésped, se le emitió una disculpa y se rectificó de inmediato solicitándole el nombre. La ofendida contó que una trabajadora incluso le dijo que ella no podía discriminar porque tiene ‘un hermano así’; sobre esto, la gerente Marcia Lobo evitó indicar si le parece discriminatorio.
La vocera agregó que el Parque no pretende iniciar una investigación sobre lo ocurrido ni tampoco sancionar a los trabajadores involucrados, ya que a su juicio no irrespetaron lineamientos particulares y tampoco se ha presentado una denuncia formal al respecto. De hecho, respondió que la empresa tampoco planea emitir una disculpa pública o directa hacia las clientes, quienes indicaron que algunos trabajadores del parque incluso se rieron de ellas cuando se retiraron del lugar.
“Todo nuestro personal tiene clarísimo que hay una herramienta que todo mundo lo tiene hoy, que son los celulares, entonces si yo quisiera demostrar comportamientos inadecuados, maltratos o tonos (...) lo grabo. Entonces, si todas estas irregularidades que se mencionan eran tan evidentes, le aseguro que hubiesen habido un montón de videos al respecto. No es un comportamiento que se haya dado ni que nuestro personal en particular esté habilitado para hacer”, concluyó la gerente.
Kay Ulloa fue la persona que emitió el comunicado sobre lo que pasaron ella y sus amigas en el parque, y este jueves indicó a La Nación que el Parque nunca las hizo sentir cómodas durante el abordaje de la situación y que incluso les levantó falsos sobre cosas que jamás pasaron. Destacó que aunque el lugar les ofreció reagendar sus entradas, no quieren volver al sitio para disfrutar de las atracciones, sino únicamente para reclamar por la violencia psicológica que sufrieron el domingo pasado.
De hecho, contó que este domingo 19 de febrero planean realizar una manifestación pacífica a las 10 a. m. en las afueras del recinto pata hacerse notar y solicitar que se respeten sus identidades y experiencias como personas trans y no binarias. Sobre esto, la gerente del Parque aseguró que recibirán a Kay Ulloa en las instalaciones para conversar sobre lo ocurrido.