Un policía sin experiencia en el manejo de cárceles asumió desde ayer la seguridad de las prisiones, tras ser nombrado por la ministra de Justicia y Paz, Cristina Ramírez, como el nuevo director de la Policía Penitenciaria.
Se trata de Pablo Bertozzi Calvo, quien hasta ayer se desempeñaba como subdirector de la Fuerza Pública. Este abogado, de 45 años, ha laborado en las últimas dos décadas en el Ministerio de Seguridad Pública, pero nunca ha trabajado en las cárceles.
Bertozzi reconoció que, pese a nunca haber tenido una relación laboral directa con privados de libertad, su bagaje como policía de la calle le permitirá lidiar con los presos. Añadió que buscará velar por los derechos fundamentales de esta población.
“Podría decir que no tengo una relación directa en ese sentido (con los reos) porque no he sido policía penitenciario, pero desde el punto de vista de los derechos fundamentales y humanos de las personas, dentro o fuera de un presidio, sí tengo la experiencia.
”Mi trayectoria como policía de calle por muchos años me enseñó a trabajar con infractores de la ley, y ahora entro en un proceso donde tengo que trabajar con infractores de la ley dentro de las cárceles. Entonces, si bien no ha sido de forma directa, la experiencia que he acumulado en esas áreas me permitirá acoplarme con más facilidad”, dijo.
El jefe policial asegura que iniciará un “proceso de transición y de cambio”, ya que es “imposible manejar al dedillo toda la información de lo que acontece”.
Después de conocer cómo opera el nuevo cuerpo policial, que alberga a 3.500 oficiales, Bertozzi manifestó que desarrollará ideas y estrategias para presentar a la institución.
Complemento. Para responder a inquietudes como la falta de experiencia de Bertozzi en el manejo penitenciario, la ministra Cristina Ramírez dijo que nombró como subdirector a Danilo Mesén Salas, quien fungía como director de la cárcel de El Roble, en Puntarenas.
“La fórmula que se ha integrado es Pablo Bertozzi, quien tuvo a cargo a 14.000 efectivos dentro de la Fuerza Pública, con el compañero Danilo Mesén, quien ha ocupado en otras ocasiones el cargo de subdirector de la Policía Penitenciaria y tiene toda la experiencia de cómo funciona el sistema de Adaptación Social”, aseveró la jerarca.
Ayer se realizó una reunión con todos los directores y subdirectores de las cárceles y en esta fueron presentados los nuevos jerarcas policiales.
Según añadió la ministra, Bertozzi viene a “reforzar y a oxigenar” la Policía Penitenciaria justamente una semana después de que la Sala Constitucional revelara la existencia de una red de custodios que torturan reos en La Reforma.
Los magistrados declararon con lugar un recurso de hábeas corpus interpuesto por el interno Alexánder Avendaño, de Máxima Seguridad, y analizaron más de 30 denuncias que han presentado los privados de libertad en torno a los maltratos de que son víctimas.
“Se ejercerán acciones que nos permitan prevenir hechos como los que recientemente hemos visto y nos ayudarán a contrarrestarlos de manera diligente y eficaz; todo sea en favor de los derechos de los privados de libertad y de la mejoría de los espacios de trabajo de nuestro personal penitenciario”, agregó Ramírez.
Bertozzi aseguró que asumir este cargo será todo un reto. “Esa experiencia acumulada en temas de gestión y administración (en la Fuerza Pública) es lo que nos permite llegar con un nuevo aire a trabajar en una policía (Penitenciaria) que requería eso. Vamos a ver qué podemos trasladar en términos de experiencia y funciones a la Policía Penitenciaria para mejorar”, sostuvo Bertozzi.
El anterior director de la Policía Penitenciaria, Guillermo Ugalde, pasará a su plaza en la Contraloría de Servicios. Por ahora, no se ha nombrado sustituto en la cárcel de El Roble.
Menor hacinamiento. La ministra Ramírez aseguró que en los primeros 27 días de gestión, se logró reducir el hacinamiento en casi un 3%, al pasar de 39% a 36,5%.
Lo máximo permitido por la Sala Constitucional es un 20% para evitar violaciones de derechos. Según las estadísticas penitenciarias, actualmente hay 13.415 privados de libertad.
Ramírez explicó que lograron tal disminución tras redistribuir a los internos en cárceles donde había más espacios.