Un taller que fabricaba las tómbolas usadas por los coligalleros, para extraer el material minero de Crucitas, fue desmantelado por oficiales de la Fuerza Pública, la mañana del viernes en Coopevega de Cutris, en San Carlos.
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, explicó este domingo que los policías coordinaron con la Fiscalía de San Carlos, para poder ingresar al sitio donde se ubicaron tres tómbolas, barras metálicas, tapas de metal, cilindros y muñoneras.
Un trabajador del taller, de apellido Sandoval, quedó bajo arresto, mientras que el dueño es un pastor de la zona cuya identidad no fue revelada por Zamora, quien afirmó que están a la espera de que las autoridades judiciales den el visto bueno para su arresto.
El ministro explicó que los grupos coligalleros se han profesionalizado en los últimos meses, y han tomado cerca de 3.000 hectáreas alrededor de Crucitas para procesar la extracción. Sobre estos terrenos se encuentran alrededor de 538 campanas, es decir, personas encargadas de avisar al resto cuando se acerca la policía.
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“Ya podemos decir de manera inequívoca que hay criminalidad organizada operando en el lugar, varios elementos nos lo indican: la cantidad de la red de campanas que se ha desarrollado, la forma de extracción mediantre túneles y otras metodologías que son de personas profesionales en la materia”, dijo Zamora.
También los caracteriza la forma rápida en que extraen el oro, del cual la mayoría sale de Costa Rica, y la mayor violencia con la que operan.
Durante este año, 342 personas han sido arrestadas en Crucitas y alrededores por diferentes delitos, entre ellos 163 por estado migratorio irregular, 35 por venta de droga, 11 por capturas penales y tres por posesión de armas y explosivos.
Los policías han decomisado 130 tómbolas de hierro, con un valor aproximado de ¢3 millones cada una, 1.073 esferas metálicas, 59 motores, 19 plantas de poder para trabajar de noche, 34 bombas extractoras, 7,2 toneladas de sedimento, más de 1.300 herramientas o implementos para extracción y una tonelada de mercurio y cianuro.
También se incautaron ocho armas de fuego, 10 armas blancas, 70 kilos de marihuana, 1.466 litros de gasolina, 120 litros de diésel, más de ¢9 millones y 624.000 córdobas (¢8,8 millones); así como cerveza, madera y radios de comunicación usados por las campanas.