Bombas molotov, lanzamiento de piedras y agresiones verbales fue lo que tuvieron que soportar los oficiales de la Fuerza Pública, Manuel Salas y Fiorella Guerrero, el jueves pasado, en Quepos, Puntarenas.
Ese día, una turba arremetió contra los policías que intentaron levantar un bloqueo de carretera en ese cantón.
Con asombro, miles de personas vieron un video en el que, desde un arrozal, lanzaban un explosivo casero y, segundos después, envolvía en llamas a un oficial.
Salas, quien tiene 20 años de servicio, estaba en ese lugar y vio como su compañero –que no fue identificado– corría para escapar de las llamas.
“Una persona de manera traicionera nos arroja, desde el arrozal, una botella de vidrio con gasolina y una mecha; esa botella pasa en medio mío y de un compañero y le cayó a otro compañero en medio de los pies (...) Él salió envuelto en llamas, tuvo unas quemaduras, pero gracias a Dios nada grave”, comentó el policía.
Producto del lanzamiento de objetos, Salas sufrió varias lesiones en sus manos y piernas; aún tiene moretones e inflamaciones en sus extremidades.
El policía relató que él y dos compañeros más estaban conteniendo a los manifestantes a distancia, pero fueron sorprendidos por las personas que invadieron el arrozal y los atacaron desde un costado.
Luego, más personas se sumaron a la agresión y el asunto se tornó incontrolable.
“La turba se acrecentó de tal manera que se volvió insostenible, personas que venían de otros lados de Quepos se juntaron, se volvió incontrolable (...) Ellos están preparados como si eso fuera un campo de guerra, en el arrozal tenían sacos con piedras, tenían botellas esparcidas y solo jalaban gasolina, mecha y encendedor”.
Para el funcionario, esas acciones “no son propias de una protesta social”.
Su compañera, Fiorella Guerrero también padeció los ataques.
“Uno veía a los compañeros con golpes en la cabeza, otros llorando de dolor, la impotencia de saber que no se podía hacer nada”, declaró la mujer, quien tiene tres años de servicio en la Fuerza Pública.
De acuerdo con reportes del Ministerio de Seguridad Pública, más de 100 oficiales resultaron heridos en los enfrentamientos con manifestantes en las últimas dos semanas.
“Yo volvería a ir (contener manifestaciones) todas las veces que sea necesario”, sentenció la policía.