El congestionamiento vial que se vive a diario en la Gran Área Metropolitana (GAM) no solo agobia a los conductores que se dirigen a sus casas o trabajos, sino que también perjudica a socorristas de la Cruz Roja y Bomberos, quienes cada vez tardan más en llegar a lugares en donde deben atender emergencias.
Según testimonios de socorristas, a los sitios a donde hace un par de años llegaban en cinco minutos ahora tardan hasta 10 minutos.
En un recorrido realizado por un equipo de La Nación dentro de una unidad de la estación central de Bomberos en San José, en la atención de una emergencia, se constataron las dificultades que afrontan desde el momento en el cual se abre el portón para salir, pues los automóviles que pasan por la calle del frente ni siquiera dan espacio.
A eso de las 5:10 p. m., del pasado jueves, entró una alerta por un cortocircuito a unos 150 metros del edificio de Correos de Costa Rica, en San José, a un costado de las paradas de Tibás. En ese trayecto, desde la estación ubicada en la calle 0, cerca de la iglesia de la Dolorosa y hasta el lugar de la emergencia se tardaron nueve minutos en llegar, casi el doble de lo que se debería durar en una distancia de unos 1.300 metros.
“Es un factor de tiempo el que se ve alterado. Tenemos sectores en los alrededores de Bomberos en los que se complica, por ejemplo, llegar de la estación central al Melico Salazar, en una hora pico, puede durar hasta 10 minutos, cuando estamos hablando de cinco cuadras”, dijo Luis Chaves, jefe de Batallón de Bomberos.
De acuerdo con Manuel Pérez, jefe de la estación central de Bomberos en San José, llegar después de 10 minutos ya es mucho tiempo, pues en ese lapso hay lugares a los que cuesta más apagar el fuego en caso de un incendio.
“Nosotros, ahora tenemos que agarrar rutas alternas también, porque las presas son en todo lado y a toda hora”, agregó Pérez.
Jim Batres, subdirector de Operaciones de la Cruz Roja, comentó que hace unos años salir a atender una emergencia desde la estación de San José hasta Los Yoses podía durar unos cinco minutos. Hoy, día, se alarga hasta nueve minutos.
Imprudencia. Otro agravante sumado a las presas, que influye en aumentar el tiempo de respuesta en emergencias, son los conductores que cometen imprudencias o son indiferentes ante las sirenas, según las autoridades.
“Hay casos donde los conductores se aprovechan de las sirenas y otros nos dan campos para irse detrás de nosotros para evitar las presas. También, se han dado situaciones donde la ambulancia va con todos su dispositivos y el conductor de adelante le da igual”, aseveró Batres.
El cruzrojista explicó que la forma en que deben actuar los conductores cuando escuchan las sirenas detrás suyo es muy subjetivo; no obstante, lo más recomendable es que se orillen a la derecha, reduzcan la velocidad o se detengan del todo.
“La mayoría de personas muestra una buena actitud; sin embargo, hay un grupo de personas que incurre en maniobras irresponsables”, enfatizó el bombero Luis Chaves.
El socorrista detalló que en algunas ocasiones se ha encontrado a conductores que dejan su vehículo estacionado en el portón de salida de alguna sede de Bomberos, lo que les obstaculiza salir a atender algún incidente.
Una situación de esas quedó registrada en junio, cuando un conductor dejó su carro atravesado en la salida de la estación de barrio México, en San José.
“No es un caso aislado, ha ocurrido muchas veces; hay estaciones donde sus salidas se han visto retrasadas por la irresponsabilidad de personas”, añadió.