Un profesor de Educación Física, de apellidos Zúñiga Samuels, y su pareja sentimental, apellidada Canton Araya, fueron detenidos la noche del viernes como sospechosos de vender droga en un minisúper en La Emilia de Pococí, Limón.
De acuerdo con la investigación policial, Zúñiga salía de su lugar de trabajo y comercializaba el estupefaciente en la tienda de abarrotes que utilizaban como “mampara” para ocultar su actividad criminal.
El minisúper se encontraba junto a su casa, al costado de la plaza de deportes local y a 100 metros de un centro educativo. Precisamente, en ese negocio fue donde ocurrió su captura la noche del viernes.
Stephen Madden, director de la Policía de Control de Drogas (PCD), explicó que el sospechoso de 44 años ha sido profesor de educación física en centros educativos de Cariari y Limón. Además, cuenta con antecedentes penales por violación.
Durante el operativo, los oficiales decomisaron marihuana, crack, dinero y municiones.
Caso similar
Las revisiones de la Unidad Canina en centros en colegios de todo el país, dieron en el 2019 con un profesor que portaba drogas. En esa ocasión, no trascendió el estupefaciente que tenía el docente.
Entre lo decomisado en 87 escuelas y liceos, había 104 puchos de marihuana, ocho capullos y 19,9 gramos de esta droga.
Además, la revisión halló 20 encendedores y tres armas blancas. De los centros educativos visitados por la Unidad Canina ese año, 28 se ubicaban en San José, 18 en Alajuela, 15 en Cartago, 10 en Guanacaste, 10 en Puntarenas y seis en Heredia.
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En febrero pasado, el fiscal adjunto de San Ramón, Fernando Arguedas Rojas, dijo que las personas que se dedican al narcomenudeo (tráfico de drogas a pequeña escala) se acercan a los alrededores de escuelas y colegios para regalarle marihuana, cocaína o crack a niños, adolescentes y jóvenes, con el fin de inducirlos al consumo y reclutarlos como nuevos clientes.
“Hemos encontrado que hasta han regalado u obsequiado dosis con tal de que la persona joven consuma y que el narcotraficante trate de que esa persona adquiera algún gusto por esa droga, aprovechándose de su condición de vulnerabilidad, y de una vez reclutarla como cliente y empezar a partir de ahí a venderle”, detalló el fiscal.
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