Los materiales de construcción como varillas, perlin y láminas de zinc, son los más buscados por quienes se dedican al robo de contenedores. Solo en este año se registran 16 casos de ese tipo, que coinciden con el aumento en los costos del acero y el hierro, el primero tuvo una variación interanual de un 14% y el segundo de un 12%.
De acuerdo con David Pérez Vásquez, miembro de la unidad de análisis criminal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los grupos que cometen este tipo de delito buscan atacar al mercado de productos metálicos, para lograr vender a un precio más bajo la mercadería que roban y, eventualmente, deshacerse de ella.
En eso concordó Francisco Quirós Tencio, vicepresidente de la Cámara Nacional de Transportes de Carga (Canatrac), quien resaltó que los grupos van por el producto que está caro o escaso. En este momento, son los metales, por la crisis mundial de los contenedores. El problema es que se insertan en la economía costarricense tanto en los mercados formales como informales.
“No solo afecta al transportista que pierde el chasis o el contenedor, sino también al fisco porque podrían venderse de manera ilegal y no pagar el impuesto al valor agregado (IVA). También, hay una afectación humana, especialmente, cuando se trata de carne o alimentos perecederos de consumo masivo, todo eso requiere una adecuada cadena de frío, al momento del robo se rompe y esos productos se insertan en los mercados”, detalló Quirós.
Según las estadísticas judiciales, en los últimos seis años de los que se tiene registro, el 2017 fue el que más acumuló casos por robo de cabezales, para un total de 155 delitos, mientras que el 2020 tuvo la cifra más baja con tan solo 91 incidentes. En ese año se conjugaron factores como la pandemia, la baja circulación de vehículos particulares y el trabajo de la Policía en carretera.
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Denuncias mensuales
En promedio, la Policía Judicial recibe nueve denuncias por mes por robo de furgones, al menos siete de cada diez son en la noche, entre las 7 p. m. y las 9 p. m., y ocurren entre semana, siendo el jueves el día de mayor prevalencia del delito.
Por otro lado, Alajuela es la provincia donde más se da el robo, con 28 de la totalidad de los casos, le sigue Limón con 26, Puntarenas con 18 incidentes, y en el cuarto lugar se ubica San José con cinco y Heredia, Guanacaste y Cartago solo reportan cuatro ilícitos cada una.
Los datos del OIJ confirman que las rutas favoritas son la ruta 1 o Interamericana Norte, que comunica San José con Peñas Blancas, Guanacaste y continúa en Nicaragua; la ruta 32 que va hacia Limón; y la ruta 27 que atraviesa Caldera, en Puntarenas.
Tendencia de temporada
Según Pérez, la propensión de robo en esta temporada son los licores y mercadería variada como zapatos, ropa y los abarrotes de supermercados y tiendas; sin embargo, en los últimos meses es poco el movimiento hacia este tipo de insumos, por lo que en su criterio, eventualmente puede inclinarse por ese lado la tendencia.
“Lo que más roban son artículos de fácil rotación en el mercado, como snacks, lácteos, toallas de papel, pañales, comestibles varios, refrescos, carne, llantas para vehículo, aceite automotriz, cosméticos, zapatos, baterías para vehículo y, curiosamente, este año debido a la crisis que ha sufrido el mundo entero hay una inclinación hacia los metales”, dijo Quirós.
Modo de operar
Los asaltantes atacan interceptando el contenedor que va en tránsito o mientras el conductor está descansando, en ese momento dos o tres carros lo abordan y se estacionan frente al furgón para que disminuya su velocidad, por medio del uso de armas de fuego en ocasiones amenazan a la víctima.
“Ellos viajan con un documento de tránsito que dice que van de Limón a San José por ejemplo, entonces el cabezal sigue su trayectoria porque lleva sistema GPS, pero el contenedor lo despegan y lo llevan a otro lugar para ‘enfriarlo’ (despistar) y esperar que pasen horas mientras lo descargan; ese es el modo de operar en el 99% de los casos”, comentó Quirós.
Otro punto importante es la hora en que se cometen los delitos, pues según Quirós este concuerda con la restricción vehicular de los equipos de carga, porque en el momento que los traileros están detenidos, las bandas delictivas aprovechan para hacer el marcaje del furgón, y con el número de contenedor consultar en los sistemas informáticos qué mercancía lleva y horas después cuando se reanuda el tránsito, cometer el delito.
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Sobre los sistemas informáticos, una hipótesis que manejan las autoridades judiciales es que los usuarios vulneran contraseñas y modifican las citas para contenedores de carga en APM Terminals.
“Muchas personas tienen acceso a una misma cuenta y hay una cita para una hora en específico para retirar el contenedor, alguien ingresa, cambia la cita y va un chofer distinto y recoge la carga horas antes; entonces cuando el verdadero conductor llega a recoger la carga ya no está. Ingresan al sistema y hacen un cambio de contraseña y ¿cómo lo hacen? Porque quien ingresa al sistema tiene acceso al usuario y la contraseña”, añadió Pérez del OIJ.
Otra plataforma es el sistema aduanal TICA (Tecnología de Información para el Control Aduanero) del Ministerio de Hacienda, “donde las bandas delictivas logran dar golpes certeros y precisos” al consultar a través del número de contenedor qué insumos contiene.
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Más de $2 millones en pérdidas
Solo en el 2021, este tipo de robos dejó una afectación económica para el sector transporte de más de $2 millones (¢1.238 millones al tipo de cambio actual) debido a la pérdida del chasis, el pago del contenedor a la línea naviera y los deducibles del seguro de carga; esto sin tomar en cuenta el monto por la pérdida del producto robado.
Este 2022, de las 93 denuncias interpuestas, el OIJ logró recuperar la carga en 18 incidentes (20%). El 2019 fue el año con mayor rescate, con un 33% de lo robado.
Desde el 2016 y hasta la fecha, los daños suman más de $10 millones (¢6.190 millones al tipo de cambio actual).
“Haciendo un pronóstico en relación con los meses anteriores y el promedio de denuncias por mes, creemos que este 2022 vamos a quedar similares al año pasado que fueron 113 denuncias, la idea es eventualmente empatar, pero ojalá no rebasar la métrica del año anterior”, agregó Pérez.
No obstante, Quirós sostiene que falta el pico de importación más grande para las festividades de fin y principio de año.