El Ministerio de Salud sostiene que ha realizado las gestiones a su alcance para detener las quemas ilegales de desechos que tienen asfixiada a Nosara, en Nicoya de Guanacaste, pero los residentes de este distrito turístico alegan que esto dista mucho de la realidad que se observa día con día.
Salud, ante consultas de La Nación, informó de dos órdenes sanitarias dictadas a los dueños de fincas para que suspendan la quema de residuos sólidos y la disposición ilegal de residuos. Agregó que su cumplimiento fue verificado por el Área Rectora de Salud de Nicoya, que realizó una visita de inspección en el lugar.
Ante la consulta de cómo se emiten ordenes sanitarias para una operación ilegal como esta, la institución únicamente respondió que ese tema le compete a la Municipalidad de Nicoya. “Es su función prevenir y eliminar los vertederos en el cantón y el acopio no autorizado de residuos”, dijo, sin brindar mayores detalles y argumentando que dicha consulta se debe dirigir al municipio.
Esa fue la única explicación de la entidad ante las constantes denuncias de vecinos, que desde el 2020 envían coordenadas, fotografías, vídeos y demás evidencias de los basureros a cielo abierto que hay en la zona.
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De acuerdo con la Ley para la Gestión Integral de Residuos de Costa Rica, en el país se castiga con una multa de cien a doscientos salarios base (de ¢46 millones a ¢92 millones) a quien almacene o deposite residuos en lugares no autorizados o aprobados por las autoridades competentes. Se aplica el mismo castigo por quemar, incinerar, enterrar, almacenar o abandonar dichos residuos en sitios no autorizados, así como por transportarlos sin la debida autorización.
La ley también señala que se impondrá la pena de prisión de dos a quince años a la persona que abandone, deposite o arroje en forma ilegal residuos peligrosos. Se agrega que la sanción podrá aumentarse en un tercio cuando se abandonen, depositen o arrojen residuos peligrosos en áreas de protección del recurso hídrico, áreas silvestres protegidas, la zona marítimo-terrestre, aguas marinas o continentales y los cuerpos de agua destinados al consumo humano.
Todo esto podría estar ocurriendo en Nosara.
Aunque los residentes del distrito guanacasteco aseguran haber elevado decenas de denuncias sanitarias por este problema, el Ministerio indicó a este medio que solo ha tramitado un total de ocho expedientes desde 2020 por esta situación.
Explicó que en los últimos cuatro años ha realizado un total de seis visitas en los lugares denunciados para realizar inspección en sitio y ha emitido únicamente dos órdenes sanitarias, “para que se suspenda la quema de residuos sólidos y la disposición de residuos sólidos en el lugar”. Sin embargo, los vecinos confirman que el problema no se ha acabado.
Por ejemplo, un denunciante contó que los funcionarios de Salud llegaron el 21 de diciembre del 2020 a un vertedero, pero apenas un día después regresaron los incendios a las 9 p. m. Comentó que el problema continuó por varias semanas y se vio obligado a enviar otro reporte al Ministerio el 15 de enero de 2021, porque la situación no mermaba y continuaba impune.
Se tiran la bola
El Ministerio de Salud también alegó a la La Nación que ha remitido “en tres ocasiones mediante oficio la situación por vertedero ilegal a la Municipalidad de Nicoya para su atención, conforme a la Ley N° 8839 y su reglamento, en tanto conforme a la Ley es su función prevenir y eliminar los vertederos en el cantón y el acopio no autorizado de residuos”.
Sin embargo, consultado al respecto, el municipio dijo a este medio que los vertederos ilegales no son objeto de clausura como si se tratara de una construcción o una actividad comercial, que eventualmente pueda continuar debidamente regulada, sino que lo que se hace en estos casos es emitir notificaciones que estipulan la imposición de obligaciones compensatorias, pero a diferencia de los actos de clausura, las notificaciones no generan expectativa para continuar. Es decir, quedan en nada.
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Por último, el Ministerio de Salud reconoció que ni siquiera ha podido identificar a las personas que arrojan basura en estos espacios y que aunque todos los vecinos dicen que se trata de empresas constructoras de la zona, nunca han visto a dichas compañías hacerlo. Además, aludió que este problema continúa en Nosara por culpa de la gente y su falta de cultura ambiental.
A continuación las preguntas planteadas por este periódico y las respuestas textuales que contestó la institución pública:
– ¿Quiénes son las personas que botan basura en estos vertederos ilegales y a qué se exponen por hacer esto?
– No se ha identificado a ninguna persona que vierta desechos sólidos al momento de las visitas realizas por el Área Rectora Nicoya. En caso de detectar a dichas personas, las mismas se exponen a las sanciones de ley.
– ¿Qué tipo de residuos hay comúnmente en estos vertederos ilegales?
– Residuos sólidos como baldes, tarros plásticos, latas, trozos de madera, residuos de construcción, entre otros.
– ¿Las empresas constructoras están relacionadas a este problema?
– Al momento de las inspecciones oculares no se ha observado a ningún particular o empresa que vierta desechos sólidos en el lugar.
– ¿Por qué el problema continúa hasta el día de hoy? ¿Qué dificulta detener esta situación?
– Existe una falta de conciencia en materia ambiental por parte de los propietarios de los inmuebles y de los particulares que de manera ilícita y furtiva realizan la disposición de residuos sólidos en el lugar. Se han realizado denuncias judiciales por parte de la Municipalidad para atacar la situación, pero no se han obtenido resultados favorables.