El Ministerio de Seguridad Pública (MSP) confirmó que las 25 armas de fuego, así como las municiones, chalecos y radios de comunicación interna robados el sábado anterior fueron ubicados en una vivienda allanada en la Rita de Pococí, Limón.
La información fue dada a conocer este lunes por la madrugada, dos días después de que se registrara el robo en la Academia Nacional de Policía (ANP).
La casa está ubicada a 3,7 kilómetros de la ANP; en vehículo se puede tardar unos cinco minutos para ir de un lugar a otro.
El viceministro de Seguridad, Luis Carlos Castillo, recalcó que ahora se seguirá con una investigación judicial y otra administrativa.
Asimismo, reiteró que este domingo tres hombres fueron capturados, al tiempo que el ministro de la cartera, Michael Soto, admitió una posible complicidad policial en el atraco.
“Tenemos que reconocer que hay algún tipo de debilidad que vamos a revisar. Presumimos también que se da la participación de algún oficial nuestro. Uno o varios. Eso es lo que tenemos que determinar, tanto a lo interno, como con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ)”.
“Estas personas que ingresan a la Academia, sin duda alguna conocían y sabían a dónde ir, qué buscar y pues eso nos lleva a concluir, con algún nivel de eficiencia, que hay involucramiento de nuestros oficiales”, afirmó Soto.
Los hechos
El robo de las armas se produjo el sábado en la madrugada. Cinco individuos que llegaron a pie, protegidos por la oscuridad de la zona y vistiendo ropas negras y gorras, se robaron 25 armas de fuego de la Academia Nacional de Policía.
El atraco trascendió a las 4:03 a. m., cuando personeros de la Fuerza Pública pidieron ayuda a la Cruz Roja para que atendieran a “unos policías heridos”.
Los delincuentes, quienes actuaron con un plan muy bien establecido y con pleno conocimiento del lugar por donde se desplazaban, irrumpieron en la Academia cerca de las 3 a. m. y permanecieron unos 40 minutos dentro de las instalaciones policiales. En el lugar, no hay cámaras de vigilancia.
El primer paso que dieron fue emboscar a los dos vigilantes que estaban en la entrada principal. Esos agentes cumplían su trabajo en un toldo abierto, pues la caseta del portón de acceso principal está en construcción.
Luego, dominaron de manera paulatina a otros seis agentes: uno que estaba en la oficialía, otro en la oficina de comunicación y cuatro más que realizaban rondas en cuadraciclos dentro de las instalaciones.
Todos los policías fueron amarrados. A dos de ellos los golpearon. Luego, fueron a la habitación donde estaban las armas y se apoderaron del arsenal.
El Ministerio de Seguridad oficialmente informó de que se trató de 10 carabinas Sig Sauer, 15 pistolas Beretta, dos chalecos antibalas, cargadores y munición. Asimismo, se llevaron tres radios que son de comunicación interna de la Academia, no de la red nacional.
Luego, huyeron en uno o dos vehículos con rumbo desconocido.
Los dos policías heridos debieron recibir atención médica en el Hospital de Guápiles.
Casi 24 horas después, se recibió un dato confidencial sobre la posible ubicación de las armas robadas, lo que generó la movilización de agentes judiciales al sitio y el hallazgo del armamento.