La Fuerza Pública revisará el procedimiento policial aplicado en la atención del caso de violencia doméstica en el barrio barrio Siglo Veintiuno, en Llorente de Flores, Heredia, el sábado anterior.
El objetivo es determinar si hubo algún error que facilitó el ataque a la oficial Kimberly Suárez Narváez, quien recibió un disparo en la cabeza.
Según el Ministerio Público, el sábado pasado un sujeto de apellidos Ruiz Juárez llegó hasta la casa de una joven apellidada Montoya, ingresó y comenzó a agredirla, por lo que vecinos del sitio alertaron a las autoridades, ya que existían antecedentes de violencia doméstica.
Al llegar al sitio, la Policía entró a la vivienda y uno de los uniformados intentó detener al sospechoso. Sin embargo, en ese instante hubo un forcejeo y el hombre logró quitarle su arma de reglamento al oficial.
“De esta manera, presuntamente, el imputado apuntó en la cabeza a una de las oficiales y le disparó, ocasionándole una herida de gravedad”, precisó la Fiscalía en un comunicado de prensa.
Suárez Narváez, de 23 años, permanece en condición delicada en el Hospital México, en La Uruca, San José, detalló el Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
Con el repaso del procedimiento seguido en este caso también se pretende definir qué aspectos se pueden mejorar a futuro, tanto en el protocolo como en el entrenamiento policial.
Daniel Calderón Rodríguez, director de la Fuerza Pública, aseguró que de momento pidieron la información a los oficiales que participaron en el incidente y también a sus jefaturas, con el objetivo de analizar con detalle lo ocurrido.
“Ahora realmente todos estamos abocados en darle el apoyo a la familia y estar muy pendientes de la evolución de salud de ella, así como darle todo el apoyo a ella y a los muchachos que estuvieron a cargo del procedimiento.
“Las primeras medidas fueron asegurarnos que la escena se manejara de manera adecuada para que la persona que se detuvo como responsable de este incidente no vaya a tener posibilidad de evadir su responsabilidad por algún mal manejo de procedimiento”, explicó Calderón.
Agregó que, ante casos de violencia doméstica, existe un protocolo que se actualiza constantemente, al igual que otro que establece cómo actuar para el empleo de la fuerza ante situaciones de riesgo.
Sin embargo, insiste en que cada situación es diferente y que en cuestión de segundos todo puede cambiar.
“Por supuesto que este procedimiento lo vamos a revisar, siempre lo hacemos con el objetivo de mejorar, de minimizar el riesgo que corren nuestros funcionarios, de aprender de cada situación, pero todavía es muy pronto para cuestionar en el procedimiento que los oficiales que estaban a cargo adoptaron.
“Por eso, nuestro respaldo es total para ellos e insisto, nosotros internamente revisaremos para ver si hay alguna posibilidad de mejorar y evitar riesgos, pero en cada circunstancia de estas la toma de decisiones que ellos realizan es una cuestión de segundos.
“En este caso la reacción fue inmediata para detener al agresor y para darle la asistencia médica que ella (Suárez) requería y eso puede ser la diferencia, esperamos que ella se pueda recuperar”, afirmó el jefe policial.
Con Calderón coincide Randall Picado Jiménez, director regional de la Fuerza Pública en San José, quien dijo que cada situación es distinta y que por ello los riesgos cambian todos los días.
Por su parte, Mainor Anchía Angulo, asesor sindical de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) en Fuerza Pública, mencionó que existe una necesidad de realizar reformas legales que permitan a los oficiales estar más resguardados.
Aseveró que desde ANEP él ha hecho peticiones de que a los oficiales se les permita utilizar armas no letales y que, además, se mejore el entrenamiento que se brinda en defensa personal.
“Es hora de exigir reformas en la legislación, mejor capacitación, más recursos y armas menos letales (...).
“Hay delincuentes que se están entrenando en defensa personal, que van al gimnasio, mientras que los oficiales llevan un curso de dos semanas que no es suficiente para desarrollar destrezas”, mencionó Anchía.
El representante sindical y expolicía considera que muchas veces los uniformados no saben qué hacer para evitar caer en un abuso de autoridad y defenderse, ante casos en los que un segundo de duda hace la diferencia.
Añadió que el Gobierno debe analizar la situación y analizar cómo enfrentar la delincuencia, que en los últimos años ha venido evolucionado.
“Se trata de un equilibrio que les permita a los oficiales reaccionar de manera adecuada, eso beneficia a la ciudadanía”, aseveró Anchía.
Por su parte, Xiomara Rojas Sánchez, secretaria general del Sindicato Independiente de Trabajadores Estatales (Siteco), lamentó lo ocurrido y criticó la doble moral de la sociedad ante situaciones de este tipo.
Expresó que, regularmente, hay personas que graban las acciones policiales para luego hablar de un abuso de autoridad y que, ante situaciones como las de este sábado, reclaman el accionar de la Policía.
Asimismo, consideró que el entrenamiento policial es bueno y que aunque este se puede mejorar hay que tener en cuenta que día a día los uniformados están expuestos a diversas situaciones.
“Gran parte de la culpa la tenemos los costarricenses, porque si los oficiales actúan pasivamente son unos flojos y si aplican la fuerza son unos abusadores. Yo creo que tenemos que cambiar la visión de cuál es la Fuerza Pública que queremos, porque hoy tenemos delincuentes que tiran a matar”, enfatizó Rojas.
Cuidados en contacto corporal
Gerardo Castaing Bustillos, criminólogo y exagente del OIJ, manifestó que las situaciones de violencia doméstica siempre conllevan un riesgo elevado, debido a que los agresores suelen estar alterados.
El experto cree que cuando un oficial entra en contacto corporal con un sospechoso, debería estar desarmado, para evitar que situaciones como la registrada en Heredia, ocurran.
“En este caso había un hombre con antecedentes, quien era uno de los protagonistas, y ahí se comete uno de los errores que se está cometiendo mucho por parte de la Policía, en general, que es entrar en contacto corporal con los delincuentes en los barrios.
“El policía que utiliza un arma de fuego no debería, de ninguna manera, entrar en contacto corporal con los delincuentes, por razones obvias, porque si hay una pelea en cualquier momento les quitan su arma de fuego y eso conlleva un riesgo”, explicó Castaing.
También recomendó hacer un análisis de todos los casos de violencia doméstica donde se han dado agresiones a los oficiales, para tratar de establecer protocolos que permitan proteger la seguridad de ellos.
Sospechoso a prisión preventiva
Ruiz Juárez, el sospechoso de dispararle a la oficial, descontará seis meses de prisión preventiva.
Así lo determinó el Juzgado Penal de San Joaquín de Flores este domingo.
Durante la audiencia de solicitud de medidas cautelares, la Fiscalía de esa localidad solicitó cárcel contra el hombre, quien es investigado por el presunto delito de tentativa de homicidio, así como también por maltrato, amenazas contra una mujer, incumplimiento de una medida de protección y resistencia agravada.
Al parecer, Ruiz irrespetaba constantemente las medidas de protección que otorgó el Juzgado de Violencia Doméstica a Montoya Espinoza, el 27 de agosto del 2020.
Por ello, apenas ingresó la alerta se atendió de inmediato el caso, al cual el Comité Local de Atención Inmediata y Seguimiento para casos de alto riesgo de violencia contra las mujeres (Clais) le daba seguimiento.
La Fiscalía de San Joaquín de Flores informó de que Ruiz y Montoya, ambos de 27 años, tuvieron una relación de convivencia que finalizó el 26 de agosto del año pasado.
De acuerdo con la institución, en apariencia, el imputado golpeaba y ofendía a la víctima. Asimismo, se sospecha que la amenazaba con hacerle daño a uno de sus hijos.
“Tras concluir dicha relación, la mujer solicitó medidas de protección, las cuales fueron otorgadas por el Juzgado de Violencia Doméstica, el 27 de agosto; no obstante, se presume que Ruiz las incumplía”, afirmó el ente acusador del Estado.
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) lamentó lo ocurrido y recalcó que aunque se logró evitar que el caso de violencia doméstica pasara a más, hubo una policía que resultó herida.
La causa penal en contra de Ruiz se sigue dentro del expediente número 21-000007-1611-PE.
Este hombre, de acuerdo con datos de Seguridad Pública, registra antecedentes por robo agravado, robo simple con violencia sobre personas y violencia doméstica.
En un video grabado por una persona que vive en el barrio Siglo Veintiuno se escucha al sospechoso gritar y amenazar con el uso del arma de fuego.
“Yo sé utilizar un arma, yo estuve preso, estuve cinco años (en la cárcel) ¿usted qué cree que soy?”, dijo el sujeto.
Información actualizada a las 6:39 p. m. con un nuevo enfoque.