Casi una semana después de ser capturado por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), un sujeto de apellidos Castro Núñez, de 30 años, se fugó de una celda de la Policía Judicial.
Al hombre se le relaciona con al menos siete violaciones perpetradas en Horquetas de Sarapiquí a lo largo de siete meses.
A raíz de la fuga, ocurrida a eso de las 6:15 p. m. del domingo, se coordinó la búsqueda con el Grupo de Apoyo Operacional (GAO) del Ministerio de Seguridad y con agentes del OIJ, quienes hicieron un rastreo desde esa noche y durante la madrugada del lunes en los alrededores de la sede de la Policía Judicial, en Sarapiquí.
El inmueble donde estaba Castro es un viejo edificio que antes fue ocupado por el municipio. La celda está a un costado de la construcción, que es como del tamaño de una casa.
Precisamente, Walter Espinoza, director del OIJ, admitió que las celdas judiciales en Sarapiquí no son las más idóneas, por lo que desde el martes giraron a Adaptación Social la solicitud de traslado a cárceles del Ministerio de Justicia, pero no se les dio respuesta.
Pidió la ducha y escapó
“El sujeto, luego de plantear que tenía un problema de salud, solicitó a quienes estaban ejecutando acciones de vigilancia en el sitio, la utilización de la ducha, que se encuentra dentro de las instalaciones, pero adyacente a las celdas”, dijo Espinoza.
El hombre aprovechó que la estructura es vieja y se fugó rápidamente sin que los vigilantes se dieran cuenta.
El personal de la Fuerza Pública rastreó las márgenes del río Sarapiquí pues se presume que luego de atravesar el parque de la comunidad el sujeto escapó por ese río.
Como es vecino de la zona conoce bien los lugares por donde escabullirse de las autoridades que esperan darle captura pronto.
Un traslado que no se hizo a tiempo
La Fiscalía de Sarapiquí precisó que, al día siguiente de la captura, el pasado martes, solicitó dos meses de prisión preventiva en contra de Castro, como sospechoso de violación, medida cautelar que fue acogida por el Juzgado Penal de la zona.
Posteriormente, el OIJ solicitó a Justicia que lo trasladara a alguna cárcel con disponibilidad. Pero en cinco días, el caso no se resolvió.
El Ministerio de Justicia confirmó que el martes, cerca de las 6 p.m., ingresó a Adaptación Social la orden de ingreso de Castro Núñez, por lo que se inició con los preparativos.
Sin embargo, afirman que “el jueves ingresó una solicitud de un juez penal y un defensor público para que Castro no fuera ingresado a ninguno de los Centros de Atención Institucional (CAI) del Complejo Occidente, en Alajuela, o Pococí”, y consignaban la peligrosidad de Castro como baja.
Justicia afirma que eso complicó la recepción del sujeto, pues tres de los centros del Complejo Occidente son los que estaban previstos para asimilar los nuevos ingresos.
De igual manera, con base en los protocolos vigentes, sobre Castro pesaba una orden sanitaria de cuatro días de aislamiento por sospechas de covid-19.
La oficina de prensa de Justicia también informó de que 150 personas que estaban en celdas judiciales fueron reubicadas la semana pasada en centros penitenciarios.
Ultrajaba y robaba
Según el OIJ, al parecer Castro permanecía en las casas de las víctimas por varias horas y, cuando se iba a retirar, sustraía artículos de valor, razón por la cual también se le podría acusar por robos agravados.
Los hechos ocurrieron entre el 9 de diciembre del 2020 y el 23 de enero del 2021. En el último de los casos, Castro utilizó un arma de fuego para someter a su víctima.
El director del OIJ dijo que, según la investigación, el modo de operar tiene coincidencias, por lo que además de los reconocimientos por parte de la víctimas, se van a realizar algunos estudios de ADN para presentar una evidencia sólida al tribunal que tenga a su cargo el juicio.
La investigación del OIJ reveló que todos los ultrajes fueron en horas de la madrugada y que el sospechoso cambiaba de domicilio de manera constante para tratar de evadir a la Policía.
Gracias a las descripciones de las víctimas, vecinas de La Victoria, el OIJ lo capturó el 1.° de marzo en vía pública, cuando realizaba una diligencia en el centro de Sarapiquí.
El caso se investiga en el expediente 21-000545-0059-PE.
Estas fugas generalmente son resueltas en pocos días por la Policía. El caso más reciente ocurrió en La Reforma, Alajuela, donde un sujeto se fugó el pasado 28 de febrero y cayó al día siguiente cerca del museo del niño en San José.
El año pasado en Limón, la ciudadanía ayudó a capturar a un sujeto de apellidos López Alvarado, que se fugó de la cárcel de Limón y que solo duró 16 horas fuera del presidio.