Un submarino facilitado por el Gobierno de Estados Unidos intentará llegar hasta una profundidad de 150 metros, donde están los restos del catamarán EcoQuest, el cual se hundió en aguas del Pacífico, el pasado 8 de enero.
El objetivo es realizar una inspección externa de la nave.
Este operativo cuya fecha todavía no está definida, se logró luego de que la Fiscalía General de la República pidió colaboración a la Embajada estadounidense en el país.
“El equipo que viajaría desde Estados Unidos a Costa Rica será asistido por Martín Arias, del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG), y trabajará bajo la dirección funcional de la fiscala adjunta de Puntarenas, Tatiana Chaves”, detalló en un comunicado el Ministerio Público.
El grupo, que se espera esté integrado por expertos de diferentes instancias como la Armada, la Guardia Costera y la Junta Nacional de Seguridad de Transporte, de Estados Unidos, se pretende que emita un criterio técnico sobre lo observado, comunicó la Fiscalía General.
Por su parte, Gerald Campos, subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), manifestó: “Queremos hacer la incursión, pero eso requiere ciertos procedimientos por el tema de la profundidad. Necesitamos apoyarnos en especialistas por el tema de la profundidad. En la zona ya estuvieron personeros de la Embajada (de Estados Unidos)”.
Antecedente. El catamarán EcoQuest se hundió cuando realizaba un viaje con 109 personas a bordo, desde playa Herradura, en Garabito, Puntarenas, hacia isla Tortuga, en el Pacífico. El costo del viaje era promocionado en ¢65.000 el día.
El percance se produjo cuando en el mar hubo ráfagas de viento de 60 km/h, y un fuerte oleaje, lo cual ocasionó que el agua entrara por las ventanas abiertas en el primer nivel, según lo narrado el día del accidente por varios pasajeros, entre ellos Aracelio García.
El EcoQuest, que tenía la matrícula P-11400 y fue construido en acero en el año 2007, se hundió en cuestión de minutos. En el agua quedaron pasajeros y tripulantes de la embarcación. Muchos –solo con un salvavidas– esperaron durante varios minutos hasta que fueron rescatados por yates particulares, pesqueros, patrulleras del SNG y lanchas del Cuerpo de Bomberos.
En el percance murieron tres turistas que fueron identificados por el Organismo de Investigación Judicial, como Sharon Johnston (70 años) de Canadá; Edna Oliver (68 años), de Estados Unidos, e Ivor Stanley Hopkins, de 80 años, de Inglaterra.
Precisamente, el Ministerio Público entrevistó a 31 personas, entre ellas, Stella Maris Canelo (esposa de Hopkins) quien hizo un anticipo jurisdiccional de prueba, pues ella desea conocer si el percance fue accidental o hubo alguna negligencia.
En regla. El catamarán pertenece a la fiduciaria Global Trust Firm So S. A. (GTF), y era operado por la firma Pura Vida Princess.
Esa nave fue construida en Puntarenas por Raymond Lewis Watts. Al inicio, la embarcación se llamó Michelle V.
Jorge Hernández, director de Navegación y Seguridad del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), afirmó que al momento del accidente la nave “cumplía con los requisitos de seguridad, estanquidad (resistencia) estructural y otros como equipos de seguridad, de comunicación. Contaba con el certificado de navegabilidad”.