Los meses de marzo y abril, que son los de mayores temperaturas en el Valle Central y el Pacífico, darán paso al fenómeno de La Niña, que a partir de mayo repercutirá con lluvias más acentuadas.
Así lo informó Luis Fernando Alvarado, del departamento de Climatología del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), quien indicó que la más reciente actualización de los modelos de predicción apuntan a que La Niña nos acompañará en la segunda parte del año.
“No se va a desarrollar El Niño este año, eso significa que podemos descartar sequías”, afirmó.
En agosto del año pasado la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), declaró el fin del fenómeno de El Niño de ese año.
El Niño es la fase cálida de un patrón climático del océano Pacífico ecuatorial denominado El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).
Después de agosto siguió una etapa neutra y ahora se prevé que en mayo llegue la fase de enfriamiento del ENOS, que recibe el nombre de La Niña.
Contrario a las sequías que caracterizan el impacto de El Niño en el Pacífico y Valle Central de nuestro país, La Niña tiene capacidad de generar más lluvias y humedad.
“Todo dependerá de la fuerza del fenómeno, que por ahora se vislumbra débil, pero aún así generaría más humedad en el Pacífico que estaría más lluvioso que lo usual” explicó Alvarado.
El científico recordó que el cambio de fase neutra a La Niña será gradual, pues la atmósfera no se ajusta de golpe cuando entra o se desvanece uno de estos fenómenos.
Con influencia de La Niña las temporadas de ciclones en el Caribe suelen ser más activas y eso genera más temporales en el litoral Pacífico.
La última vez que La Niña nos afectó fue en el 2017 e inicios del 2018. Se consolidó un mes después de que la tormenta tropical Nate azotara nuestro territorio y generara pérdidas millonarias en estructuras, caminos, viviendas y sector agropecuario, entre otros.
El IMN también informó recientemente sobre un leve calentamiento de las aguas en el mar Caribe, lo que propicia la posibilidad de que haya más ciclones.
Últimos empujes fríos
Además, a mediados de marzo termina la temporada de empujes fríos. Este año nos han afectado 20 y se estima que el próximo podría ser el último.
Así las cosas, en la segunda mitad de marzo se espera que disminuya el viento, por lo que las temperaturas serán más cálidas y habrá más radiación ultravioleta.
“Marzo va a ser un mes de transición al pasar de las temperaturas frescas a las calientes, principalmente en el Pacífico y el Valle Central”, agregó.
Pese a ello, en las últimas semanas el IMN ha registrado temperaturas de 38 grados en el cantón alajuelense de Orotina y en Filadelfia de Carrillo, Guanacaste.
Otros cantones que han experimentado temperaturas altas son Naranjo y Alajuela, con valores de hasta 33.° Celsius, que son dos grados más altos que lo normal.
Aunque en nuestro país hemos tenido temperaturas más altas en otros años, Alvarado afirmó que a nivel mundial el promedio de temperatura con que arrancó este 2020 es comparable con el 2016, que tiene el récord de ser el más alto en el planeta.
En marzo también se espera el inicio de la estación lluviosa en los cantones más al sur del territorio como Golfito, Corredores, Osa y Coto Brus.
En abril se espera que las lluvias lleguen a Pérez Zeledón y alrededores. Para finales de ese mes también se espera que comiencen las precipitaciones en el Valle Central, donde la estación lluviosa se asentará en mayo.
Guanacaste y la zona norte también tendrán el inicio de las lluvias en junio, lo cual también está dentro de las condiciones normales para esas regiones.
Estación lluviosa llega en marzo al Pacífico sur
En el Caribe sur precipitaciones estarán por debajo de lo normal en marzo y abril
FUENTE: IMN || c.f. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.