Los cuatro temblores moderados registrados este mes entre Quepos y Dominical, provincia de Puntarenas, han sido percibidos entre moderados y fuertes en el Valle Central. El más reciente, de magnitud 4,8, ocurrió a las 5:50 p. m. de este jueves, teniendo su réplica más fuerte a las 6:37 a. m. de este viernes, con una magnitud de 3,8.
Marino Protti, sismólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), indicó que debido al patrón de propagación de las ondas desde la placa del Coco, es común que los temblores con magnitudes superiores a 3,5 sean percibidos con mayor intensidad por los habitantes del Valle Central, que por aquellos en el mismo cantón de Quepos.
“En el Valle Central tienden a sentirse fuertes los sismos que ocurren frente a Quepos o por debajo de ese cantón”, afirmó. También indicó que los vecinos de la Gran Área Metropolitana (GAM) recibieron la alerta temprana de sismo este jueves a través de la aplicación que el Ovsicori puso a disposición de la ciudadanía el año pasado. Hubo aproximadamente ocho segundos de tiempo antes de que las ondas alcanzaran la región desde su origen en Quepos.
El científico también señaló que la reciente actividad sísmica entre Quepos y Dominical es normal y se atribuye a la subducción de la placa del Coco bajo las placas sobre las que está nuestro territorio: la placa Caribe al norte y la microplaca de Panamá al sur.
La placa del Coco presenta fallas internas que suelen reactivarse cada vez que se subduce bajo nuestro suelo, dando lugar a sismos como los recientes, con profundidades entre 30 y 47 kilómetros. En esa zona todos los meses tiembla, como parte de la deformación interna de la placa del Coco. Sin embargo, la particularidad de este mes radica en que cuatro de ellos han sido percibidos en las zonas más densamente pobladas del territorio.
Cuando los movimientos telúricos tienen lugar a más de 60 km de profundidad, no suelen generar réplicas significativas; no obstante, aquellos de menor profundidad suelen desencadenarlas.
Anualmente, la placa del Coco avanza aproximadamente ocho centímetros en su proceso de subducción bajo nuestro territorio.
Un ejemplo notable de esa subducción fue el temblor intraplaca del 6 de marzo de 1992, con una profundidad de 85 km, que generó el terremoto de Naranjo con una magnitud de 6,6. Este evento causó daños significativos en viviendas de la zona epicentral y se percibió con fuerza en San Ramón, Naranjo, Atenas, Alajuela y Heredia.
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