El comportamiento “errático y alterado” de un controlador aéreo en el turno de noche del pasado martes 27 de julio, provocó la suspensión de operaciones en el aeropuerto Juan Santamaría por un lapso de 46 minutos.
Finalmente, con la colaboración de paramédicos y policías, el funcionario fue relevado de su puesto.
El presidente del Sindicato de Controladores Aéreos, Ronald Vega, estuvo presente durante los hechos y fue quien dio la orden de separar al hombre de sus funciones. En entrevista exclusiva con La Nación, Vega relató los hechos.
“Nuestro turno es de las 6 p. m. a las 6 a. m. del otro día. Él estaba bien, pero 20 minutos antes de las 7 p. m. pidió permiso para ir a traer la comida. Cuando regresó estaba diferente, muy errático, se dormía. Le hicieron llamados y no los escuchó. En un momento dio una instrucción completamente errónea a una aeronave, era para una pista y le dio otra”, señaló el sindicalista.
“Estaba diferente, muy errático, se dormía, balbuceaba, pero cuando yo le preguntaba me decía que estaba en perfecto estado. Los paramédicos me dijeron que tenía presión alta, dilatación de pupilas y frecuencia cardíaca muy alta. Cuando le dije que tenía que relevarlo del cargo él se puso irascible y combativo, me insultó”, describió.
Vega explicó a este diario que, ante la negativa del funcionario de abandonar su puesto, se vió en la obligación de detener las operaciones de la terminal aérea. Inmediatamente se alertó a la Policía.
“Tardaron 45 minutos en convencerlo para que desistiera de su actitud. Hubo una llamada del viceministro de Seguridad según me dijo el oficial que estaba hablando con él, y por intervención del Ministerio de Seguridad avalaron mi posición y la determinación que yo estaba tomando”, relató.
La Nación intentó confirmar esta declaración del sindicalista, no obstante, la cartera de Seguridad no brindó respuesta al cierre de esta nota.
Según señaló Vega, la Policía le comunicó al funcionario que “tenían órdenes de desalojarlo de la torre y que tenía dos formas de salir: tranquilo, caminando y se va para su casa; o lo sacaban ellos por la fuerza, esposado y terminar durmiendo en una celda”.
‘Exceso’ de cargas laborales aqueja a controladores aéreos
En declaraciones a este medio, Vega subrayó la “desatención” que se ha dado a las peticiones del Sindicato de Controladores Aéreos respecto a “la fatiga, el estrés y la falta de personal”.
“Hay un faltante de personal enorme. En 2004 éramos 114 y al día de hoy somos 114 con un incremento enorme de las operaciones”, reclamó el representante.
Además, agregó: “Al Gobierno no le interesa o no escucha nuestras peticiones. Le hemos explicado al Consejo Técnico de Aviación Civil, le hemos mandado notas al director de Navegación Aérea y al director de Aviación Civil explicando todo esto, pero yo no sé qué están esperando para tomar una acción.
“Este es un incidente ‘barato’ y relativamente sencillo de resolver. No me imagino qué pasaría si por cuestiones de factores humanos se da un accidente que involucre equipo y vidas, eso sería mucho más complicado para el país”.
Sobre esta declaración, el director general de Aviación Civil, Álvaro Vargas, aseguró que “la dirección siempre está vigilante del personal, pero hay temas que se salen de las manos de la dirección, que son cosas personales del funcionario”.
Vargas añadió que “se había pedido un estudio de cargas de trabajo. Ellos tienen un horario establecido, habrá que determinar si hay sobrecarga de trabajo, en su momento lo hemos conversado con ellos.
“Ellos tienen las vacaciones que les corresponden como funcionarios de la institución. Están sujetos a un horario de trabajo y en esas condiciones las tienen que tomar. Hemos tenido comunicaciones constantes con ellos”, concluyó Vargas.
Como resultado de este incidente, “hubo un atraso de 25 minutos de un vuelo carguero que no pudo salir porque estaba cerrado el aeropuerto”, dijo Vega. Hasta el momento no se conoce el detonante del acontecimiento, pues los hechos aún se encuentran bajo investigación.