Las autoridades policiales han tenido que lidiar con varias dificultades para intervenir las megafiestas durante la pandemia, como la imposibilidad de ingresar a recintos privados o notificar a los responsables de los eventos.
En entrevista con La Nación, el viceministro de Seguridad Pública, Eduardo Solano, reconoció que su cartera no cuenta con los recursos necesarios para detener la gran cantidad de actividades que se registran en todo el país.
No obstante, el jerarca apuesta por la responsabilidad individual de la población y solicita su ayuda por medio de las denuncias ciudadanas, con el fin de ubicar la mayor cantidad de recintos que incumplan las medidas sanitarias.
–¿Cuál es el abordaje que está realizando el Ministerio de Seguridad Pública para detener los eventos clandestinos?
–La autoridad competente para la intervención de este tipo de eventos es el Ministerio de Salud. La Fuerza Pública es un apoyo extraordinario que se está dando en este momento porque los inspectores de salud sencillamente no darían a basto para lograr la cobertura nacional a este tipo de incidentes.
“Muchos incidentes entran mediante el sistema de emergencias 9-1-1 y son despachados a las delegaciones de Fuerza Pública pertinentes. La otra forma que se ha venido trabajando es a través de inteligencia por medio de redes sociales, cuando denuncian que se están anunciando los eventos por ahí”.
–¿Y esas vías han sido efectivas para ubicar las actividades irregulares?
–Mayoritariamente sí, aquí el tema es que a nivel de recurso pareciera que no podemos dar cobertura a todos los incidentes que están entrando en todo el país, entonces se ha tenido que priorizar los eventos que se consideran de mayor peligrosidad, es decir, los que tienen más concentración de gente.
“También pasa que se dan eventos y, si no se tenía noticia previa, las autoridades se dan cuenta hasta después de que suceda, cuando circulan fotos y publicaciones en redes sociales”.
–¿Cómo proceden cuando se da una megafiesta en un recinto privado y ustedes no tienen una orden judicial para ingresar?
–En esos casos se toman los datos de las personas y se abre un proceso contravencional. Generalmente se aplica la contravención de escándalo musical porque suelen superar las horas permitidas para realizar este tipo de eventos.
“Y, si se puede identificar a las personas, (se emite) una orden sanitaria por el incumplimiento de las medidas (sanitarias). Pero, ciertamente, la normativa en esos casos es mucho más débil que hacerlo en un establecimiento comercial”.
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–¿Qué pasó con el “equipo antifiestas” que anunciaron en julio pasado para atender esta problemática? ¿Tuvo buenos resultados?
–En este momento no tengo a mano los resultados. Sé que cuando empezaron a cambiar las medidas pues obviamente se reorientó el recurso de trabajo hacia la criminalidad ordinaria que empezó a aumentar, entonces, me recuerdo que ese equipo antifiestas trabajó varias semanas, pero después cuando empezó un poco más la apertura de ciertas actividades, mermaron mucho las denuncias por fiestas clandestinas.
–¿Considera usted que, ante el aumento de denuncias por estos eventos y el incremento de casos de covid-19, se debería reactivar ese equipo para atender mejor la situación?
–Yo creo que hay que seguir monitoreando los eventos que se presenten estas semanas y ver también los tipos de medidas que se vayan a implementar. Todo eso depende mucho de cómo vaya evolucionando. Ya sabemos que este fin de semana se hizo un trabajo fuerte por parte de las autoridades policiales, municipales y de Salud. Vamos a ver si el siguiente fin de semana se vuelve a presentar este fenómeno.
“Si la situación lo amerita, como pareciera que se da, definitivamente habrá que tomar medidas y evaluar qué aspectos replantear para atender esta problemática”.
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–¿Cree usted que los organizadores de fiestas se aprovechan de que la Policía no pueda ingresar a los recintos privados y se sienten confiados de realizar estos eventos?
–En este momento, con la clase de emergencia que estamos viviendo, con las consecuencias dramáticas para muchas familias que han perdido seres queridos producto de esta pandemia, si en este contexto hay gente que hace este tipo de eventos definitivamente le importa muy poco la legalidad, las medidas y sencillamente no son personas solidarias. No respetan la salud pública y la vida.
“Entonces, en ese contexto, yo creo que les es irrelevante y no tienen preocupación alguna por la actuación policial”.
–¿Han identificado lugares puntuales donde ocurran estos tumultos?
–En calles que tienen una gran cantidad de bares definitivamente se está presentando esta situación. Entiéndase La California y Calle de la Amargura. Además, hay que tomar en cuenta que en el caso de las fiestas clandestinas se mueven de lugares, no se repiten en un mismo espacio, horario ni fecha.
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–¿Y en zonas alejadas a la Gran Área Metropolitana también?
–Efectivamente. Yo creo que en Semana Santa todos vimos fotos y videos de lugares de alta concentración turística donde se han presentado este tipo de aglomeraciones, sin uso de mascarillas ni espacios de distanciamiento, sin cumplimiento de aforos y en realidad tengo que decir que es una problemática nacional, lamentablemente.
–¿Hay una diferencia en el abordaje policial según las zonas?
–La única diferencia es el acceso al recurso, que es ordinario, es decir, hay una mayor concentración de policías en la capital porque las distancias son más cortas, entonces los tiempos de respuesta pueden ser más cortos en comparación con zonas rurales donde el tiempo de respuesta se alarga un poco más.