La ola de violencia que azota a Costa Rica también golpea a las mujeres, y prueba de ello son los incrementos en las denuncias por agresiones y la escalada en la cantidad de asesinatos contra este género.
Jeannette Arias, jefa de la Secretaría Técnica de Género del Poder Judicial, detalló algunas claves fundamentales para hacer frente a la inquietante ola de violencia, especialmente dirigida a las mujeres, quienes en algunos casos son asesinadas simplemente por ser mujeres.
Arias resaltó la necesidad de que, como sociedad, brindemos un respaldo continuo a las víctimas. Igualmente, hizo hincapié en la importancia de comprender las razones detrás de la resistencia a denunciar, destacando que este comportamiento es parte de un ciclo de violencia.
“Es crucial comprender a las víctimas, porque muchas veces no se entiende por qué les resulta tan difícil denunciar o por qué presentan la denuncia y luego la abandonan”, mencionó.
La experta instó a las autoridades a ofrecer comprensión y apoyo constante a las víctimas, sin importar cuántas veces busquen ayuda: “Si se acercan hasta cinco veces a denunciar, las cinco veces debemos escucharlas y respaldarlas”.
Arias también destacó la importancia de trabajar en el empoderamiento de las mujeres, pues requiere un esfuerzo conjunto entre las familias y la comunidad.
Según la experta, además es necesario motivar a las mujeres a romper el silencio y acudir a las autoridades. “Si una mujer es víctima de violencia debe solicitar medidas de protección y buscar terapia en la Caja Costarricense de Seguro Social, donde pueden recibir tratamiento psicológico”, agregó.
Impactos emocionales
En una entrevista con La Nación, la especialista en psicología clínica, Nicole Marín Hernández, explicó los impactos emocionales que puede sufrir una mujer víctima de agresiones tanto físicas como sexuales.
Marín explicó que, frente a situaciones traumáticas, las personas experimentan reacciones agudas al estrés y que los síntomas iniciales, como el “embotamiento” y la disminución de la atención, pueden limitar la capacidad de la víctima para denunciar de inmediato.
La psicóloga también abordó el miedo asociado a enfrentar un proceso legal, especialmente cuando el agresor es cercano a la familia. Asimismo, indicó que la minimización o auto culpabilización puede llevar a la duda sobre la utilidad de presentar una denuncia.
“Es importante el apoyo que pueda recibir la víctima por las personas inmediatas que conocen de la situación acontecida, para que le brinden acompañamiento en este proceso”, comentó.
En cuanto a las repercusiones emocionales, la psicóloga destacó que las agresiones son situaciones que pueden generar un trastorno de estrés postraumático, por lo que es importante el abordaje integral inmediato, involucrando tanto al sistema de salud pública como al sistema judicial, para brindar apoyo y contención a las víctimas.