Están genéticamente “diseñados” para pelear y matar a sus contrincantes. Tienen la caja torácica más amplia que el resto de los caninos, lo cual les permite mayor respiración y, por ende, resistencia en el combate.
Además, su umbral del dolor es muy alto y, por eso, aunque estén lesionados, siguen luchando.
Los perros de tipo “mayday” y “barracuda” son híbridos, creados con genes de razas agresivas.
Ayer, el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) decomisó por primera vez en nuestro país 11 canes de este tipo, entre los cuales había cinco cachorros.
La autoridad sanitaria, apoyada por la Fuerza Pública, allanó un criadero clandestino ubicado cerca del Colegio de Alajuelita, en San José, detrás de la vivienda del dueño de los animales.
Ahí, entre el barro, unas latas viejas servían de jaulas para los perros. En total, las autoridades decomisaron 23 canes, entre los que se encontraban los híbridos y otros nacidos de cruces de razas como pitbull y american stafford.
Allan Sánchez, director metropolitano de Senasa, detalló que los híbridos son importados, y luego, reproducidos y vendidos aquí.
En el lugar allanado, los funcionarios de Senasa también encontraron aves de corral y reses en “condiciones insalubres”.
Extranjeros. De acuerdo con la información recopilada por Senasa, los “mayday” y “barracuda” pudieron ser traídos desde Miami, Estados Unidos.
“Estos animales tienen alguna semejanza con la raza labrador (usada como mascota), entonces, quizá por eso pudieron evadir algunos controles de los puertos y aeropuertos. Pero, lo más seguro es que también hayan ingresado de contrabando”, explicó Sánchez.
El funcionario precisó que un 85% de los genes de esos perros corresponden a características aptas para la pelea.
“En el caso de otras razas, los perros tienen un 15% de genes predispuestos para pelear. El resto es adquirido, es producto del hombre, quien los entrena y los convierte en esas máquinas”, sostuvo.
Sánchez aseguró que, al igual que en otros casos, los caninos decomisados serán analizados por expertos para determinar si pueden ser adoptados o si deben ser sacrificados. Solo que, en esta ocasión, la evaluación debe ser más estricta, según indicó.
“Senasa vela por el bienestar y la salud animal, pero también por la salud de las personas y la salud pública; no vamos a dar en adopción un perro bastante viciado, para poner en riesgo a una familia.
”En los decomisos que nosotros hemos llevado a cabo hasta el momento, hemos logrado un porcentaje de rehabilitación y adopción de un 90% de los animales”, recalcó el funcionario.
Entrenamiento. El dueño de los animales, de apellido Dimas, declinó hablar con la prensa, pero dijo a las autoridades que los perros estaban ahí para cuidar su propiedad.
No obstante, los funcionarios de Senasa señalaron que todos los perros adultos tenían marcas en el cuerpo y en el hocico que demuestran que han peleado.
Asimismo, las autoridades hallaron carruseles que se emplean para entrenamientos.
Senasa comunicó que el establecimiento está en terreno municipal y le ordenó a Dimas demolerlo.
Aunque uno de los encargados del lugar fue esposado durante el operativo, nadie fue detenido.