Una niña de escasos dos años llegó muy delicada al Hospital de Los Chiles este jueves, tras sufrir el ataque de un perro raza pitbull.
Después de estabilizarla en ese centro médico se ordenó su traslado en un vuelo ambulancia hasta el aeropuerto Juan Santamaría, y de ahí un viaje terrestre al Hospital de Niños, por lo grave de las lesiones.
Geovanna Rodríguez, despachadora de la Cruz Roja de Los Chiles, indicó que recibieron la alerta a las 12:25 p. m. y de inmediato enviaron la ambulancia 1422 de Los Chiles, al mando de Jonathan Aguirre, quien le brindó los primeros auxilios.
La finca en la que ocurrió el ataque queda en La Esperanza de Caño Negro, distrito de Los Chiles, cantón limítrofe con Nicaragua.
Según Rodríguez, el reporte indica que la menor llevaba mordeduras profundas en la cara y la cabeza.
El vuelo ambulancia del Ministerio de Seguridad Pública llegó a eso de las 3:30 p. m. al Base Dos del aeropuerto Juan Santamaría, donde personal médico esperaba a la menor para su traslado de urgencia al Hospital Nacional de Niños.
De acuerdo con el capitán Alex Sánchez, piloto de la avioneta, el vuelo duró 35 minutos y la niña venía sedada, por lo que no hubo complicaciones en el trayecto y de inmediato se le pasó a la ambulancia.
El hecho se produjo en el jardín de la finca del empresario Rafael Chinchilla, situada en Caño Negro de Los Chiles.
Los médicos quieren descartar que la niña tenga fractura craneal o un coágulo de sangre. El estado de salud de la chiquita fue calificado como de cuidado.
Según la versión que David Antonio Morales, padre de la víctima, dio a agentes del Organismo de Investigación, la bebé en compañía de su madre y una hermana de 13 años, estaba en el jardín pero de pronto se alejó.
"Inesperadamente oímos gritos desesperados de ella y cuando corrimos a ver que pasaba el perro la tenía entre sus fauces. Olvidando el peligro a que nos exponíamos pues el animal estaba furioso, entre mí esposa, la mujer de mi patrono y yo, luchamos con él hasta lograr arrebatárselo del hocico", agregó Morales un humilde peón agrícola de ascendencia nicaragüense.
Según ese campesino, el perro que hoy estaba suelto, estaba acostumbrado a ver a la menor por lo que no se explica el motivo por el que la mordió.