Una persona murió y tres más resultaron heridas al caer ayer el auto en el que viajaban desde un puente hasta una transitada calle en la radial de Alajuela.
Las barandas de la estructura, que habrían evitado el fatal percance, fueron robadas semanas atrás por los delincuentes.
El accidente ocurrió a las 4:10 p. m. en medio de un torrencial aguacero.
Voceros de la Cruz Roja identificaron al fallecido como Jorge Jiménez Salas, de 40 años.
Los dos heridos se llaman Moisés Ramírez Rámírez, de 22 años, y su esposa, María Isabel Gómez Martínez, de la misma edad.
De ellos, solo la mujer quedó internada en el hospital San Rafael de Alajuela. Presentaba diversas lesiones en el pecho, pero nada de gravedad, según paramédicos.
Su cónyuge solo sufrió algunas heridas superficiales y fue dado de alta tras la valoración médica.
Avanzada la tarde, las autoridades desconocían la identidad del cuarto paciente, de quien solo trascendió que es un hombre de aproximadamente 35 años.
Esta persona continuaba en estado delicado, anoche, en el hospital México.
Exceso de velocidad. Las cuatro víctimas viajaban en un pick-up y se dirigían hacia Turrúcares luego de visitar una televisora cristiana cerca del centro comercial Real Cariari, en Belén de Heredia.
“Andábamos conociendo y unos amigos de mi patrón nos llevaban para la casa en Turrúcares. Yo siento que veníamos muy rápido”, relató Ramírez.
Salieron volando. Según dijo, cuando estaban en las cercanías del aeropuerto Juan Santamaría, pese a que llovía torrencialmente, el conductor, Jiménez, aumentó aún más la velocidad, lo que lo asustó mucho.
“Se me quedó viendo y me preguntó si yo tenía miedo. N o me dio tiempo para responder. De pronto, sentí algo raro en el estómago y salimos volando....”, añadió .
Ramírez jamás olvidará lo que sucedió unos segundos después con el automóvil.
“El carro estaba en el aire; yo pensé que moriríamos y solo se me vino a la mente mi chiquita de tres años, pensé que no la volvería a ver...”, rememoró.
Sin embargo, solo sufrió algunos rasguños y salió del auto por sus propios medios para, aturdido y tembloroso, suplicar ayuda a varios conductores.