El conductor de un vehículo fue agredido a patadas por un oficial de la Fuerza Pública, luego de que el primero, al parecer, intentó evadir un retén policial y fue perseguido por una patrulla en Quepos, Puntarenas. El hecho quedó grabado y las imágenes circularon este miércoles en redes sociales.
El aprehendido, cuya identidad no ha sido confirmada por las autoridades, conducía un vehículo marca Mitsubishi Zinger con placas BCN589. Según registros públicos, el automotor está inscrito a nombre de un hombre de apellidos Enríquez Rosales, vecino de Guaycará de Golfito, al sur del país.

De acuerdo con información preliminar, el conductor intentó evadir un control de carretera, lo que desató una persecución por parte de varias unidades policiales. Finalmente, el hombre se detuvo, abrió la puerta del vehículo y fue interceptado por un oficial, quien lo sacó a la fuerza. En ese momento, dos uniformados le hicieron una zancadilla para inmovilizarlo y lo colocaron en el suelo.
Fue entonces cuando uno de ellos, tras desarmar su pistola reglamentaria y retirar el cargador y la munición de la recámara, regresó hasta donde se encontraba el detenido en el suelo y le propinó una patada en la parte posterior de la cabeza.
La Nación consultó al Ministerio de Seguridad Pública, Mario Zamora, sobre este incidente, en particular si se abrirá algún proceso disciplinario o de investigación interna contra el oficial que patea al conductor y manifestó que sí se puede abrir un proceso.
“La apertura del proceso disciplinario procede en este tipo de actos”, confirmó ante la consulta de este medio.
Antecedentes recientes de abusos policiales
Este nuevo incidente se suma a otro ocurrido en febrero pasado, cuando nueve oficiales fueron detenidos por su presunta participación en la muerte de un hombre identificado como Reyes, dentro de una celda policial en Pavas.
Se trata de siete hombres que responden a los apellidos Chinchilla; de 34 años; Artavia, 39 años; Hernández, de 32; Venegas, de 38, Sánchez, de 26; y dos apellidados Arias, de 25 y 36 años; así como dos mujeres de apellidos Artavia (26) y Morales (27).
Según el Ministerio Público, Reyes fue arrestado el 9 de febrero por un caso de presunta violencia doméstica. Sin embargo, horas después, murió producto de una golpiza propinada mientras se encontraba en las celdas de la delegación.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, detalló que la víctima recibió múltiples golpes con un tubo, que le provocaron fracturas en las costillas y lesiones internas fatales, incluyendo la laceración del corazón.
Cámaras de seguridad captaron el momento de la agresión, en la que participaron directamente cinco de los oficiales, mientras que los otros cuatro —incluido el jefe de la delegación— fueron señalados por omitir intervenir, pese a haber observado al detenido herido.