SANTIAGO (AFP) El volcán Chaitén, en el sur de Chile, seguía lanzando cenizas este sábado, provocando una nube tóxica de más de 20 km, que obligó a las autoridades a seguir con la evacuación de la totalidad del poblado del mismo nombre, una emergencia que también afecta a localidades de Argentina.
"La actividad volcánica se mantiene al momento con precipitación de cenizas muy fina en la zona", dijo en su último comunicado la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) divulgado al mediodía de este sabado.
Desde la medianoche "la cantidad de ruido ha disminuido, existiendo períodos prolongados de silencio con interrupción breves de ruidos", agregó el informe.
Durante el día se han sentido además una decena de sismos de mediana intensidad que provocaron alarma en los pobladores que aún permanecen en Chaitén, ubicada en un lugar de difícil acceso a unos 1.300 km al sur de Santiago, frente al archipiélago de Chiloé, según reportes de prensa provenientes del lugar.
La localidad, de unos 7.000 habitantes, se encuentra cubierta por una densa nube de cenizas de más de 20 km de altura, que ha oscurecido también a otras localidades cercanas, incluidas algunas ciudades y pueblos de la provincia argentina de Chubut.
En Chaitén, las calles acumulan además entre 20 a 40 centímetros de cenizas expulsadas por el volcán, que está ubicado a escasos 10 km del poblado. No hay agua potable, ya que las autoridades decidieron suspender el suministro debido a que cenizas cayeron en lugares de captación.
Las autoridades de Chaitén dispusieron el reparto de agua en camiones aljibes.
Para evitar efectos sobre la población, se concretó entre el viernes y la madrugada de este sábado la evacuación de unas 3.900 personas, dando prioridad a ancianos, niños y embarazas. La evacuación continúa y está previsto para las próximas horas el desplazamiento de otras 500 personas, informó la Onemi.
Todos están siendo evacuados por vía marítima -que es la forma más expedita-, hacía ciudades cercanas, como Castro y Puerto Montt. El traslado en promedio demora unas cinco horas.
En Argentina se lanzó el viernes un alerta sanitario en la provincia de Chubut, donde la comuna más afectada es Esquel, de unos 32.000 habitantes y que está ubicada a unos 100 km del volcán Chaitén.
Se espera para este sábado la instalación de sismógrafos para realizar el monitoreo sísmico.
Previamente, la directora de la Onemi, Carmen Fernández, afirmó que no es posible pronosticar lo que sucederá con el volcán en las próximas horas.
"No sabemos cómo va a evolucionar, porque (..) las erupciones volcánicas son un poco erráticas en su comportamiento y no se tiene registro histórico reciente de erupciones en este volcán", señaló.
El volcán, de unos 1.000 metros de altura, fue definido por la Onemi como "un macizo de menor tamaño y con menor cantidad de nieve, por lo que su proceso eruptivo pudiera no alcanzar mayores proporciones".
El que tenga menos cantidad de nieve atenúa el riesgo de que se produzcan lahares o aluviones volcánicos, producto del derretimiento de las masas de hielo, explicó el vulcanólogo del Servicio Nacional de Geología y Minería, Luis Lara.
El mayor riesgo, de acuerdo al experto, son los efectos sobre el ecosistema que causará la gran cantidad de cenizas expulsadas, las que en el corto plazo dañarán terrenos agrícolas y cursos de agua.
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