Un grupo de expertos alertó sobre el considerable consumo de agua asociado al uso de la inteligencia artificial (IA). Un estudio reciente revela que para responder entre 10 y 50 consultas en ChatGPT, el modelo desarrollado por OpenAI, se requieren aproximadamente dos litros de agua. Esta cifra cuadruplica las estimaciones previas de los especialistas.
La IA es una tecnología que consume enormes cantidades de recursos energéticos, tanto en su entrenamiento como en su uso. Este gasto de energía conlleva un alto consumo de agua, ya que los servidores que procesan grandes cantidades de información generan calor y necesitan enfriarse para funcionar de manera óptima. La mayor parte del agua utilizada debe ser potable, lo que incrementa el costo y dificulta su reutilización.
LEA MÁS: El impacto oculto de la inteligencia artificial: Google y el aumento de sus emisiones de carbono
El Instituto de la Ingeniería de España (IIE) informó que las consultas en ChatGPT consumen hasta tres veces más energía que una búsqueda en Google. Además, los centros de datos responsables del funcionamiento de estos sistemas utilizan sistemas de refrigeración por agua, que en muchas ocasiones evaporan el recurso, imposibilitando su reaprovechamiento.
Investigación en Estados Unidos revela más detalles
En octubre de 2023, investigadores de las universidades de Riverside (California) y Arlington (Texas) publicaron un estudio en el que se analizó la huella hídrica del entrenamiento de modelos de lenguaje como GPT-3, el sistema detrás de ChatGPT. Este modelo, que maneja 175.000 millones de parámetros, consumió hasta 700.000 litros de agua durante su desarrollo en centros de datos de última generación en Estados Unidos.
El uso de ChatGPT también demanda agua durante las consultas. De acuerdo con los investigadores, responder entre 10 y 50 solicitudes puede requerir alrededor de 500 mililitros de agua, cifra que varía según la complejidad de la pregunta. Para el más reciente modelo GPT-4, lanzado en marzo de 2023, se estima que una respuesta de 100 palabras consume alrededor de 519 mililitros de agua.
Estos centros de datos, especialmente aquellos situados en regiones cálidas, también deben emplear aire acondicionado para su enfriamiento, lo que implica un alto consumo eléctrico. En zonas con escasez de agua, la actividad de estos centros puede contribuir al agotamiento del recurso.
La creciente demanda de agua por parte de las tecnológicas
Estados Unidos alberga la mayor cantidad de centros de datos del mundo, con más de 5.000 instalaciones. Según el medio Water UK, los nuevos centros de datos en construcción en este país consumirán el equivalente al agua necesaria para abastecer a 500.000 personas en los próximos cinco años.
Las grandes tecnológicas como Google, Meta y Microsoft mostraron incrementos de dos dígitos en su consumo de agua, alcanzando un 17% y 22,5%, respectivamente. Amazon, por otro lado, es más reservada respecto a sus cifras, afirmando que el consumo de agua no es una métrica relevante.
Para contrarrestar este impacto, algunas compañías comenzaron a implementar soluciones innovadoras. Google, por ejemplo, a través de su división DeepMind, desarrolló un sistema de IA que optimiza el uso de energía en sus centros de refrigeración, reduciendo el consumo en un 40%. Otras empresas, como Digital Realty, recurren a fuentes de agua no potable, mientras que Iceotope utiliza refrigeración líquida de precisión para evitar el uso de agua.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La información fue proporcionada y revisada por un periodista para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.