PARIS (AFP) Huracanes, tifones o ciclones: nombres que dependen del lugar y de la época, pero que designan el mismo fenómeno meteorológico, creado por violentas depresiones tropicales, capaces de liberar una potencia de hasta diez veces la bomba de Hiroshima.
Potencialmente mortíferas y devastadoras, estas temidas calamidades sólo pueden producirse durante ciertos períodos bien precisos del año.
Bajo el término genérico de ciclón, se les llama "tifones" en el este del Océano Indico, donde la temporada dura de enero a marzo. Denominados "huracanes" en el Océano Atlántico, amenazan entre junio y noviembre, y en el Pacífico oriental, de mayo a noviembre.
La palabra "huracán" proviene del indio caribeño "hunraken", que significa "dios de las tormentas".
Los ciclones sólo se forman en los mares cálidos, necesitando la conjunción de varias condiciones en un momento preciso: agua tibia con una temperatura superior o equivalente a 26,6 grados, una cantidad suficiente de humedad en la atmósfera y una perturbación tropical que produzca vientos con torbellinos.
Al entrar en contacto con el océano, el aire se vuelve muy caliente y se eleva sobre el mar, lo que provoca una caída de la presión atmosférica que forma una espiral de aire más frío hacia en centro de la depresión.
Este aire inestable, cargado de vapor de agua, provoca la formación de nubes tormentosas cuya fuerza crece en proporción del calor y la humedad.
La fuerza de Coriolis, engendrada par la rotación de la Tierra, contribuye a imprimir al ciclón su movimiento circular, contrario al sentido de las agujas del reloj en el hemisferio norte, a la inversa en el hemisferio sur.
El ciclón empieza a disiparse cuando toca la tierra o cuando recorre aguas más frías, al verse privado de su fuente de calor.
Desplazándose a una velocidad de 20 a más de 30 km/h, estas perturbaciones tropicales, cuyo diámetro varía entre 300 m y 1.000 km, pueden durar una semana y recorrer miles de kilómetros.
En el Atlántico, el ciclón que más ha viajado, bautizado "Faith", atraversó 12.500 km en 1966. "San Ciriaco" en 1899 y "Ginger" en 1971 figuran como las depresiones más largas, durando 28 días en estado de huracán o de tormenta.
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