Si en su casa desecharon pantallas, lámparas o equipos de telecomunicaciones el año pasado, usted fue uno de los costarricenses que sumó a las 48 kilotoneladas (48.000 t) de basura electrónica generadas durante 2016 por el país, lo que equivale a unos 9,7 kg por habitante.
Estos datos se desprenden del Informe Global de Desechos Electrónicos 2017, publicado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), junto con la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) y la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA).
La cifra de Costa Rica se suma a los 44.7 millones de toneladas métricas de desechos de este tipo producidos por el mundo el año pasado, lo que equivale a unas 4.500 torres Eiffel.
Salud y ambiente amenazados
La presencia de estos desechos representa riesgos para el ambiente y la salud de las personas, principalmente por la falta de tratamiento y la eliminación inadecuada de estos residuos que se realiza a través de quemas o en basurales.
El 4% de los desechos electrónicos del año anterior fueron arrojados a vertederos, mientras que el 76% incinerados, o colocados en rellenos sanitarios, reciclados de manera informal (en el patio trasero de las viviendas) o permanecen almacenados en las casas de la gente.
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“La gestión de desechos electrónicos es un tema urgente en un mundo tan dependiente de lo digital, donde el uso de dispositivos electrónicos es cada vez mayor, y está incluido en los objetivos de la Agenda Conectar 2020 de la UIT”, dijo Houlin Zhao, secretario general de esa entidad.
El estudio detalla que entre 2014 y 2016, la cantidad de residuos de ese tipo producidos por la humanidad creció 8% y se espera que para 2021, el aumento sea de 17%.
Además, sorprende que apenas fueron reciclados el 20% de los desechos electrónicos producidos durante el año pasado, lo anterior tomando en cuenta que la mayoría contienen oro, plata, cobre, platino, paladio y otros materiales preciosos y recuperables de muy alto valor.
Los responsables del informe plantean que el valor estimado de los materiales recuperables en estos desechos ronda los $ 55 mil millones, cifra que representa más que el producto interno bruto (PIB) de la mayoría de los países del mundo en 2016.
Otro de los aspectos que preocupan es la afectación que puede sufrir la salud de las personas en presencia de componentes que no son desechados adecuadamente.
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Según apuntó la gestora Solirsa en un comunicado, un televisor viejo puede contener “entre 2 y 4 kilos de plomo petrificado, una sustancia que podría afectar el sistema nervioso y los riñones además de acumularse en la sangre. Otros artículos muy perjudiciales son las pilas o baterías, así como los fluorescentes de bajo consumo y los toners de impresora”.
En Costa Rica, diversas empresas realizan periódicamente campañas de recolección de dispositivos electrónicos que están en desuso, entre ellas, Componentes El Orbe.
"Si no se tratan este tipo de residuos de manera consciente y de acuerdo a los procedimientos que se han definido, causamos un daño importante en el ambiente. Hoy día, el principal contaminante de mantos acuíferos son los metales pesados y el equipo electrónico tiene una gran cantidad de estos metales", aseguró Edwin Leitón, gerente de mercadeo de Componentes el Orbe.
Recientemente, esa compañía realizó una campaña de recolección y pasaron de 1,8 toneladas en las primeras dos ediciones, a ocho toneladas, de las cuales 7,4 toneladas fueron de material electrónico.
Aprenda a desechar
¿Cómo desechar adecuadamente estos desechos? José Domenech, gerente general de la gestora SOLIRSA, recomienda: separar, contactar al comercializador y, finalmente, entregar el residuo en forma directa.
Según Domenech, lo adecuado es que la persona separe baterías, lámparas y otros desechos electrónicos de otros residuos comunes, como cartón o latas, pues “si se combina un residuo peligroso con materiales que no lo son, estos pasarán a contaminar todo el conjunto”.
Además, las personas deben conocer también que tienen el derecho de contactar a la comercializadora que les vendió el aparato, para que le den el adecuado tratamiento, tras finalizar su vida útil. Si el comercializador no recibe el producto, lo apropiado es que las personas entreguen el material a gestores autorizados por el Ministerio de Salud.
Legislación
El Informe Global de Desechos Electrónicos 2017 también llama la atención sobre la necesidad de establecer políticas para impulsar el tratamiento adecuado de este tipo de residuos.
“El problema mundial de los desechos electrónicos continúa creciendo. La medición mejorada es esencial para establecer y monitorear objetivos e identificar políticas”, dijo Jakob Rhyner, vicerrector de la Universidad de las Naciones Unidas.
Costa Rica destaca en la lista de siete países de América Latina que ya aplican legislación nacional sobre desechos electrónicos. También aparecen Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú.
Asimismo, se hace una mención especial sobre el país, recalcando que inició el proceso de legislación con un Decreto Ejecutivo de Gestión Electrónica de Residuos en 2010.