Lejos de ser un intruso, el teléfono celular puede ser un aliado de los docentes en el aula, para enseñar materias tan abstractas como las Matemáticas.
Así lo demuestra la experiencia de Melchor Gómez, docente universitario en Tecnología Educativa y especialista en mobileLearning.
El español visita el país para formar parte del Encuentro educativo sobre aprendizaje de las Matemáticas utilizando tecnologías móviles, que se celebrará este miércoles 29 de marzo en las instalaciones de la Fundación Omar Dengo, en San José.
Gómez conversó con La Nación sobre su experiencia docente, para orientar a otros educadores sobre cómo incluir las nuevas tecnologías en sus labores de enseñanza.
–¿Por qué son importantes las Matemáticas?
– Las matemáticas son un eje importante en el desarrollo de un país. En España se sabe que de acá a 10 años se necesitarán estudiantes en ingeniería y matemáticas, que vamos a llegar a demandas de ese tipo de perfiles y no las tenemos.
"Lo que se está es tratando de mejorar la enseñanza de la matemática para que sea más atractiva y para que genere más vocaciones de ese perfil profesional".
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–¿Por qué se le suele considerar una materia complicada?
– La matemática tiene dificultades curriculares porque es una asignatura demasiado abstracta, se enseña de una manera demasiado genérica. Entonces, se buscan palancas que hagan este aprendizaje más real, que se vea la utilidad práctica de las matemáticas aplicada al mundo real.
–¿Cuáles son las características del teléfono inteligente que lo hacen atractivo para enseñar esta materia?
– Si tienes que calcular un área en un programa de matemáticas todo es abstracto, el planteamiento es irreal. Sin embargo, si le pides a alguien que calcule el área de la habitación en la que estamos para medir los ángulos, las distancias, el móvil tiene herramientas de medición y de cálculo, eso hace que las Matemáticas sean algo que se toca con la mano.
¿Basta solo con utilizar el celular?
– Además de usar herramientas que hacen de esta materia menos abstracta y más real, se (sugiere) hacer un cambio metodológico, para evitar que el aprendizaje sea algo individualizado y triste. Se cambia la metodología y se invierte la clase (...) El planteamiento que hacen allá (en España) es que generan recursos matemáticos digitales adaptados al móvil; son pequeñas lecciones que explican visualmente el contenido matemático e incluso plantean un tipo de preguntas para los estudiantes.
"Lo que es teórico y repetitivo se hace en casa y lo que es de aprendizaje y de resolución de problemas se hace en clase con la presencia del profesor. Ahora con los móviles, ese modelo se puede hacer fácil porque el alumno tiene un teléfono en su casa, ve el video con las explicaciones e incluso se puede comunicar si fuera el caso. Ese es el gran potencial del móvil, se ajusta y se alinea muy bien con un cambio en matemáticas".
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–¿Están dispuestos los docentes a utilizar estos aparatos en el aula?
– No hay un parámetro que diga que las personas mayores son más reacias y las más jóvenes sean más proclives a utilizar el dispositivo. Hay gente que cree que el móvil es un elemento distractor.
"Le contaba a un compañero que cuando yo tenía 20 años había gente que decía que la calculadora era un elemento distractor y otra que decía que era básica. En aquella época, yo les decía: 'Si vas a sacar las cuentas de los impuestos, vas a querer que tus cálculos salgan bien porque no se quieren equivocar, pues habrá que aprender con una calculadora a calcular el mundo real'".
–¿Qué estrategias se pueden seguir para hacer las matemáticas más digeribles?
– Hay dos líneas de avance, por ejemplo, tenemos una actividad en la que los alumnos se van al parque de atracciones con el teléfono y miden la velocidad, la aceleración del juego mecánico. La distancia, los ángulos de inclinación, las tangentes, entre otras. Luego, llegan a clase y explican cuál ha sido el procedimiento y se dan cuenta de que los problemas de la vida real son los que ellos han estado midiendo.
"Otra línea que también trabajamos para enlazar esta materia con la realidad es la de jugar videojuegos en el teléfono. Si las figuras de los videojuegos tienen más fuerza, más poder, si disparan más rápido, si pierden un tercio de su poder, todo eso lo usamos para explicarles las fracciones.
"A ellos se les compara con quienes han aprendido sobre el tema de fracciones en un formato tradicional. Los resultados son sorprendentes acerca de la gran cantidad de cosas que ellos aprenden sin saberlo".
–¿El móvil se podría utilizar para enseñar cualquier materia en las aulas?
– Hay materias más proclives, pero al móvil lo vamos a ver en dos o tres años más en el aula, igual que el cuaderno. No va a tirar abajo lo que ya está.
"Con un teléfono puedes consultar el significado de una palabra en vez de usar el diccionario, hacer los cálculos en la calculadora, puedes hacer una consulta en Internet, visitar un museo de arte sin tener que ir hasta ahí. Es súper potente.
"Antes pedías computadoras en las aulas y te decían no hay dinero, ahora los alumnos tienen un móvil y les podemos decir no lo usen, o ya que lo tienen, podemos sacarle todo el partido".