Consolas, computadoras, teléfonos inteligentes... Decenas de aparatos conviven a diario con sus hijos y pueden convertirse en “armas de doble filo”, al exponerlos a situaciones que podrían resultar riesgosas.
Por eso, es deber de los padres de familia conocer cómo funcionan estos dispositivos y ayudar a que los niños puedan utilizarlos de una manera más segura. Así lo considera Roberto Arbeláez, gerente del Programa de Seguridad de Microsoft para América Latina.
El experto enumeró algunas estrategias por seguir. Entre ellas, destacó que en sitios como Live.com, Hotmail.com o Outlock.com, los padres pueden abrir cuentas junto con sus hijos e indicar que esta pertenece a un menor de edad.
“Nosotros aparecemos en esa cuenta como los papás de nuestra hija; así cuando ella se registra en el sistema, todo el esquema de privilegios se activa, sin importar si está usando su celular, el Xbox o la computadora”, comentó Arbeláez. Además, esta configuración permite a los padres restringir la posibilidad de comprar aplicaciones inapropiadas para niños; controlar la cantidad de tiempo que navegan en Internet, o si pueden o no acceder a determinadas páginas en línea .
Windows también brinda una guía para establecer filtros de control parental en el sitio: http://bit.ly/1Y3T4hD.
Explicaciones. No obstante, Arbeláez explicó que no solo se trata de restringir los contenidos. “A los niños se les debe explicar el impacto que puede tener usar tecnología, o entregar información a un tercero, practicar matonismo por medio de una red social y afectar a compañeros de la escuela”, destacó.
Jugar videojuegos en línea también puede convertirse en un peligro para los menores si no se cuenta con la guía de los padres.
“Nunca sabes con quién está hablando tu hijo, o intercambiando textos. Estos son canales que utilizan mucho los depredadores para hacerse amigos de ellos y luego tratar de buscar una cita en la vida real”, comentó.
En su caso, Arbeláez prefiere bloquear los accesos de comunicación que brindan este tipo de plataformas (audífonos y micrófonos), hasta que sus hijos tengan una edad más apropiada.
Así se evita exponerlos a otros riesgos, entre ellos que compartan datos personales, la dirección de su escuela o su casa, que más adelante puedan derivar en secuestros o extorsiones.
Comportamiento. Aunque no todo tiene que ver con lo que terceros les puedan hacer a los niños. “También existe riesgo en lo que ellos les puedan hacer a otras personas”, agregó el experto.
“La tecnología tiene cosas superbonitas; te conecta con el mundo, pero también tiene cosas que deberían preocuparnos. Si subes fotos borracho, teniendo comportamientos indebidos, esas fotos te van a perseguir toda la vida”, resaltó.
Arbeláez recomienda guiar a los hijos para que estos entiendan que el anonimato no existe. A pesar de que no coloquen su nombre en una publicación, siempre podrán ser localizados y afrontar las consecuencias.