En Costa Rica existen 25 empresas FinTech, es decir, empresas dedicadas a los servicios financieros que utilizan tecnologías innovadoras para construir productos pioneros y servicios disruptivos en la industria financiera.
A pesar de que no existe un ecosistema desarrollado para estas compañías, el país es tierra fértil para el desarrollo de este tipo de empresas, aseguró el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) este jueves 27 de junio, en las instalaciones de Texas Tech University, en Avenida Escazú, tras presentar el estudio FinTech en Costa Rica: Hacia una evolución de los servicios financieros.
Según detalla este informe, el ecosistema apenas se está conformando, pues todavía “cuenta con un número de startups (empresas emergentes) todavía reducido y sin un caso de éxito que sirva de ejemplo para el ecosistema y con ello dé fuerza a su propia consolidación”.
Sin embargo, el futuro parece ser alentador para estas firmas, pues en el 2017, el Banco Interamericano de Desarrollo junto con Finnovista publicó un informe en el que se identificaron 703 startups FinTech en la región Latinoamericana, de las cuales cinco eran de Costa Rica. En la actualidad, esas compañías siguen existiendo y ahora más bien suman 25.
Priscilla Gutiérrez, economista BID aseguró que si hay un país de América Latina que cuenta con las condiciones para el desarrollo de FinTech es Costa Rica.
Entre esas características favorables del país destacan “una infraestructura tecnológica y un capital humano calificado, con un sistema de educación sólido en las áreas de ciencia y tecnología y una proximidad a Estados Unidos que hace que el inglés se use en el ámbito empresarial, facilitando el contacto con empresas a nivel internacional”, según detalla el informe del BID.
¿Qué hacen las FinTech en Costa Rica?
De las 25 empresas identificadas en el país, estas se ubican en cinco de los 10 segmentos existentes en FinTech, entre ellos: Empresas de Tecnologías para Instituciones Financieras (ETIF), Soluciones de Pagos, Plataformas de Financiación Alternativa, Gestión de Finanzas Empresariales y Puntaje Alternativo (Scoring).
En Costa Rica, destacan principalmente las Empresas de Tecnologías para Instituciones Financieras (ETIF), que al igual que el resto de Latinoamérica son las que tienen más auge.
Christian Schneider, especialista senior en Mercados Financieros BID explicó a La Nación que “esta realidad que vemos en Costa Rica, la vimos en Colombia y en México y se da más que nada porque son las empresas que están más cercanas del sector financiero”.
Además, apuntó a que, “con la evolución de la industria, cuando se crean marcos regulatorios, cuando hay políticas públicas que promueven este tipo de negocios se desarrollan en otro tipo de segmentos, que pueden ser empresas dedicadas a seguros o transferencias de pagos”.
¿A qué se dedican?
Fintech en Costa Rica
FUENTE: BID. || J.C. / LA NACIÓN.
Por su parte, Mario Hernández, fundador y CEO de Impesa vislumbró un panorama alentador para esta industria dentro del territorio costarricense.
“La evolución en este tipo de industria es exponencial, no es una línea recta. Yo creo que en cuestión de dos años podemos llegar hasta 100 o más empresas de este tipo con el apoyo del BID, de Finnovista y con la apertura de los bancos”, dijo.
El informe del BID también enfatiza que realizó entrevistas con el sector emprendedor del país para entender cuáles eran algunos de los obstáculos con los cuales la gente topaba y así determinaron que: “la falta de financiación en las etapas iniciales de una startup es una de las principales limitaciones al desarrollo del emprendimiento FinTech”.
Así lo afirmó la gerente de mercadeo de Parso, Daniela Artavia: “La limitante número uno sin lugar a dudas es la falta de recursos financieros. Por lo general las personas que deciden emprender tienen capital propio ya que la búsqueda de financiamiento tiene grandes requisitos”.
Asimismo, el BID pone en evidencia que es necesario “fortalecer desde el sector público y privado al ecosistema emprendedor, apoyar las iniciativas en sus etapas iniciales y con ello atraer a más actores que inviertan en el ecosistema”.