Andy Cohen es copresidente de la firma Gensler, compañía que tuvo bajo su responsabilidad el diseño e inspección de las obras del Centro Nacional de Congresos y Convenciones (CNCC) de Costa Rica, inaugurado a inicios de abril.
El directivo que supervisa las operaciones diarias de la compañía y a más de 5.000 personas conectadas en 44 oficinas alrededor del mundo, visitó el país recientemente.
Cohen conversó con La Nación sobre diseño sostenible, los beneficios de este para las comunidades donde está presente y además vaticinó el impacto de la tecnología como los carros autónomos en las ciudades inteligentes del futuro próximo.
El CNCC cuenta con especies endémicas del país, aprovecha la luz natural y se vale de otros aspectos para ser una edificación sostenible. ¿Cuál es la ventaja para un país como Costa Rica de contar con este tipo de arquitectura?
Costa Rica tiene como reto marcar la pauta en la arquitectura sostenible del futuro y el CNCC se diseñó con mucha sensibilidad con el medio ambiente y con la gente; tener un edificio de clase mundial que además responda a esas sensibilidades es muy importante.
¿Es un gasto o una inversión contratar este tipo de diseños en países como el nuestro?
Nosotros definitivamente alentamos este tipo de construcción sostenible. Si el diseño viene embebido en el proceso, podés diseñar desde un producto hasta el edificio más grande —no importa la escala— con sostenibilidad como parte del proceso y eso no tiene porqué hacerlo más caro.
¿Qué detalles hacen a los edificios y su entorno más sostenibles?
-Los edificios, al contrario de lo que mucha gente cree, son los grandes contribuyentes en las emisiones de carbono, eso genera una gran responsabilidad en los arquitectos, en diseñar desde los aspectos interiores hasta la piel y el exterior del edificio, procurando reducir ese impacto.
"Detalles desde cómo se escoge el mobiliario, o cómo mejorar la calidad del aire dentro del edificio o los sistemas mecánicos para el agua potable se tienen que tomar en cuenta para la sostenibilidad. En la actualidad, la fuerza de trabajo, especialmente aquí en Costa Rica, la gente demanda y quiere estar en un ambiente sostenible y es muy importante porque es parte de su naturaleza ser una sociedad sostenible".
¿Qué consecuencias enfrentan las personas que no trabajan o desarrollan sus actividades en edificaciones sostenibles?
Tenemos ejemplos de lo que se llama el Síndrome del Edificio Enfermo, que tiene que ver con los gases que empiezan a emanar de los mismos materiales y eso ha traído consecuencias negativas en la salud de las personas; ahora se tratan de eliminar.
¿Cómo pueden las edificaciones sostenibles impactar a las sociedades?
Generan dinamismo y un uso mixto que se replica en la comunidad, sobre todo en comunidades que quieren ser sostenibles.
¿Qué rol cumplen este tipo de edificaciones en la creación de las ciudades inteligentes?
- Las ciudades inteligentes son el futuro. Es tan importante pensar en el concepto de la sostenibilidad y las ciudades inteligentes, no solo alrededor de los edificios, sino también en cómo la gente se mueve. Gensler ha hecho mucha investigación y nos hemos estado enfocando en entender las ciudades inteligentes alrededor del impacto que van a tener los carros autónomos.
”El Instituto de Tierra Urbana (ULI, por sus siglas en inglés) se nos acercó para investigar cómo las ciudades van a cambiar alrededor del fenómeno de los vehículos autónomos, para entender cómo hacerlas mejores para las personas y no para los autos.
”En unos 15 o 20 años, el fenómeno será tan importante que la cantidad de personas que tendrán un vehículo va a disminuir en un 60 a 70% y se van a utilizar servicios más de punto a punto, con lo cual la necesidad de generar parqueos e infraestructura para esos vehículos igual va a ser menor. Eso generará una mejor calidad de vida en la ciudad”.
¿En qué tendrían que enfocarse las empresas tecnológicas que están trabajando en carros autónomos para mejorar la experiencia que le brindan a los usuarios?
-Al final de cuentas van a quedar dos o tres compañías que serán las que ganarán la batalla del vehículo autónomo y las que además van a controlar las flotas vehiculares en muchas de las ciudades. La gente lo que va a demandar serán espacios de recreación y esparcimiento con lo cual tenemos que pensar en las ciudades del futuro, pero centradas alrededor del ser humano.
“Los carros se van a cargar en lugares que no necesariamente son gasolineras y estas van a desaparecer o se van a transformar, entonces qué vamos a hacer con esos espacios que hoy están en lugares estratégicos de la ciudad y tenemos que pensar cómo poderlos reconvertir para su uso en el futuro”.
A nuestros países la tecnología suele llegar un poco después que al primer mundo. ¿Cómo podemos prepararnos para cuando esas tecnologías estén acá?
-En Costa Rica se están realizando construcciones inmobiliarias con requerimientos de parqueos muy altos: se construyen torres de parqueos y parqueos subterráneos de muchos pisos. Le estamos aconsejando a nuestros clientes que si van a hacer torres de parqueos las construyan de manera que las puedan reutilizar, o se les pueda cambiar el uso de manera flexible.
”Algo en lo que estamos invirtiendo tiempo es en pensar en la San José del futuro, pues ahora es una sociedad muy dependiente del automóvil y que podría transformarse en algo muy negativo (de continuar así). Pensamos más bien proyectos, comercios y proyectos institucionales (que se podrían ejecutar en ella)”.
¿Qué se requiere de un gobierno para lograr que el país esté preparado para afrontar estos retos de las ciudades inteligentes y sostenibles ?
-En el caso de Costa Rica, se debe prestar atención a los planes reguladores y la construcción que afecta lo que está sucediendo hoy en día con el contexto urbano. La civilización y la tecnología tiene que empezar a cambiarse ya, para que cuando eso llegue, no se conviertan en un obstáculo, es decir, hay que ser proactivos.