El jugador brasileño de fútbol Neymar Jr. utiliza un fondo de pantalla de WhatsApp que le costó más de $500.000. La imagen, un NFT, es un dibujo de un mono rosado mascando chicle, con gorro fiestero, anteojos celestes y fondo anaranjado. También usa al simio como foto de perfil en sus redes.
¿Por qué rayos esa imagen digital costó tanto –te preguntarás– si cualquiera puede simplemente buscarla en la web, descargarla en buen tamaño, y ponerla manualmente como fondo de WhatsApp o como foto de perfil? La respuesta a esa pregunta explica lo que es un NFT: porque la imagen de Neymar es única. Es una obra digital única.
Aunque pueda ser copiada en Internet, la información del archivo digital está autenticada, se puede decir, y solamente esa imagen es la del mono aburrido número 6633 de la colección de NFTs del Club Náutico de Simios Aburridos (Bored Ape Yacht Club).
Eso es un NFT: un bien digital que tiene un valor de registro único rastreable públicamente. Aunque haya mil copias, solo Neymar Jr. posee LA imagen del simio original #6633, que adquirió el pasado 20 de enero. Por ese simio y otro más que compró, el jugador de fútbol pagó el equivalente a $1,1 millones.
¿Todo esto es muy nuevo para vos? No pasa nada. Los NFTs son muy muy nuevos de todas formas. Su “boom” ocurre ahora, con un énfasis en la segunda mitad del 2021, pero con mucho impacto en 2022 (aunque con muchas críticas también).
El diccionario británico Collins eligió la palabra “NFT” como la palabra del año 2021. Así de nuevo es todo esto.
NFT, literalmente, significa “non-fungible token”, que se puede traducir a “objeto único no fungible”. Obras digitales únicas. La Fundación del Español Urgente (Fundéu) propone traducirlo como “vale digital único”.
Pues bien, como quizás sabés –o quizás no–, miles de personas están metidas en lo que podemos llamar “el mundo de los NFTs”, haciendo transacciones millonarias para adquirir estos bienes digitales únicos alrededor del mundo, vía Internet; jugando videojuegos a los que solamente los dueños de algunos NFTs pueden acceder, reuniéndose en actividades digitales como parte de clubes ultra exclusivos de dueños de NFTs, etcétera.
A continuación, te ofrecemos una guía rápida para entender qué son los NFTs, y para que, ante cualquier pregunta de tus amigos o familiares, simplemente les pasés este enlace.
Lo básico: ¿qué es un NFT y cómo nacieron?
Es una pieza digital (una imagen, un audio, un gif, etc), que puede ser certificada como única.
Por más copias que se puedan hacer de la pieza, solamente una es la original. Esto se puede verificar a través de la misma tecnología que sirve para el registro de las criptomonedas. Esta tecnología se llama “blockchain”.
“Blockchain” es una estructura digital organizada en “bloques” o conjuntos de datos enlazados con criptografía, que se añaden progresivamente uno tras otro, creando una cadena. En las criptomonedas, estos bloques registran las transacciones válidas realizadas con ellas. En los NFTs, estos bloques permiten registrar que un vale digital o un token no fungible es el auténtico y se puede consultar cuándo se creó, cuántos dueños ha tenido, cuánto dinero se pagó por él, y quién es su dueño en la actualidad (al menos el nombre de la billetera digital que lo posee). Esto es porque los NFTs se compran con criptomonedas. El NFT está asociado a la billetera digital que lo adquirió.
Por ejemplo, el simio aburrido número 6633, que compró Neymar, está vinculado en la tienda más grande de NFTs del mundo, OpenSea, a la billetera Ene Jay Vault, la billetera de Neymar.
La tecnología “blockchain” funciona como un libro de contabilidad en el cual se inscriben las operaciones y el cual cuenta con programadores independientes alrededor del mundo como verificadores. Millones de verificadores.
Es un sistema independiente, no centralizado (a diferencia de los bancos), y es un sistema seguro para comprobar transacciones y, en este caso, para verificar la autenticidad de un NFT.
Un NFT es, básicamente, una forma de proclamar autenticidad de un bien u objeto digital. El objeto existe y puede copiarse al infinito, pero el objeto original solo es uno. Y el dueño tiene el certificado.
Esto es similar a tener un cuadro artístico de, supongamos, Picasso. Al cuadro de Picasso lo acompaña un certificado de autenticidad que demuestra que no es una copia. Yo puedo tener un póster de alta calidad de Las Señoritas de Avignon, pero el cuadro original está en el MoMA, en Nueva York.
Pues un NFT es algo así como un certificado digital para un bien digital. Poco a poco, a estos certificados se les provee valores agregados, más allá de solamente el bien en sí mismo.
Cada vez es más frecuente que los dueños de auténticos NFTs puedan participar de actividades ultra exclusivas, abiertas solo a quienes han adquirido estas imágenes. Esto funciona por colecciones. Por ejemplo, Neymar, Snoop Dog, Eminem o Jimmy Fallon, todos dueños de NFTs de la colección de simios aburridos, pueden participar en actividades virtuales exclusivas de este club. Por su parte, los dueños de imágenes originales de la colección de CryptoPunks, Azuki, Doodles, World of Women, Zombie Club Token o Cool Cats, por mencionar algunas, también podrían tener actividades exclusivas.
Así luce un NFT en la tienda OpenSea. Finalizando marzo de 2022, este simio es el más valioso del Club Náutico de Simios Aburridos (Bored Ape Yacht Club):
¿Por qué los NFTs son tan caros y quiénes los compran?
Es cuestión de oferta y demanda. Tan simple como eso.
Lo nuevo o raro es que, en Internet, los archivos digitales únicos como los NFT no existían hasta hace muy poco. O no nos habíamos percatado de su existencia y posible valor.
Kevin Roose, columnista de tecnología en el The New York Times, explica que el Internet funciona esencialmente como una gigantesca máquina de copias. Cualquier archivo digital puede duplicarse al infinito cualquier número de veces. Y cada copia queda como la versión original.
“La infinita calidad de creación de copias de Internet fue excelente para volver abundantes los objetos digitales”, apunta Roose, “Pero fue horrible para volverlos escasos. Si yo fuera un artista que quisiera hacer solo 100 primeras ediciones de mi obra de arte digital, o un atleta profesional que quisiera vender cromos digitales a mis fanáticos (y que esos cromos conservasen el valor de la misma manera que lo harían los cromos físicos), mis opciones no eran buenas”.
Los NFT vinieron a cambiar eso. O al menos podrían hacerlo, porque la verdad es que siguen siendo un mundo muy de nicho.
Mucha gente se dio cuenta de que las cadenas de bloques (”blockchains”) podían usarse para crear archivos digitales únicos e imposibles de copiar, añade Roose. Y debido a que estos archivos eran simplemente entradas en una base de datos pública, cualquiera podría verificar quién los poseía o rastrearlos a medida que cambiaban de manos.
“Son una forma de tener trazabilidad, transparencia y transferencia de valor, ya que todo queda en la ‘blockchain’, un libro digital a prueba de manipulaciones y que mantiene un registro permanente”, comenta el programador y criptoartista mexicano Luis Ramírez, a Forbes.
El movimiento NFT nació en la cadena de bloques de Ethereum, la segunda criptomoneda más importante del mundo después de Bitcoin. En la “blockchain” de Ethereum es donde actualmente se desarrolla el mercado más importante de arte digital o NFTs.
Mercados online como OpenSea o Rarible son plataformas en crecimiento donde uno puede comprar NFTs, pero también se pueden crear. Los archivos digitales que se pueden transformar en NFT son: mp3, mp4, png, jpg y gif.
Algunas plataformas cobran una tarifa inicial, y luego la creación de cada NFT es gratuita. Por ejemplo, la red más grande, OpenSea, que se paga en Ether, tiene un costo por entrada inicial que varía entre el equivalente de $20 y $130.
Luego, las ganancias o pérdidas que podamos hacer en el mundo NFT responderán exclusivamente a la oferta y demanda. Y a la especulación, por supuesto.
No es para nada seguro que la imagen del simio aburrido número 6633 que compró Neymar en $517.000 aumente de precio en tres años o en tres meses. No hay certeza alguna. De hecho, Gary Vaynerchuk, un emprendedor magnate bieloruso-estadounidense entusiasta de los NFTs, predijo recientemente que cerca de un 98% de los NFTs actuales perderán su valor.
Hay quienes han ganado millones de dólares en poco tiempo con NFTs, pero también hay quienes han perdido mucho dinero.
El lado oscuro de los NFTs
Aquí no entraremos en el debate de si un gif o un archivo jpg es arte o no. A fin de cuentas, si hay demanda y hay oferta, dos mundos se unen. Además, es cuestión de valor significativo.
El sociólogo, filósofo y teorista cultural francés, Jean Baudrillard, explicaba que un objeto tiene una combinación de cuatro valores: el valor de intercambio, el valor funcional, el valor simbólico y el valor significativo. ¿Qué es más valioso para alguien? ¿Lo caro, lo útil, lo significativo/importante o lo famoso/célebre?
“Depende”, escribió en Twitter el creador digital Pak Murat –quien vendió el NFT más caro de todos los tiempos por más de $91 millones, en diciembre pasado–. “Si querés vender, es más valioso lo caro. Si querés usarlo, es más valioso lo útil. Si querés guardarlo, es más valioso lo significativo/importante. Si querés enseñarlo, es más valioso lo famoso/célebre”.
Todo objeto tiene una combinación de esos cuatro valores; los NFT incluidos. Por eso, no entraremos en el debate de si es arte o no, de por qué un gif puede costar más que un departamento o por qué un meme original puede costar lo mismo que un Picasso.
Ahora bien, en el mundo NFT, al igual que en el mundo del arte tradicional o simplemente en el mundo físico, también hay estafas y hay lugar para el lavado de dinero.
No es extraño que un desarrollador de proyectos de NFTs huya con el dinero de los compradores. En octubre pasado, un proyecto de NFT llamado Simios Evolucionados, desapareció de súbito llevándose aproximadamente $2,7 millones. Todo fue una estafa y una promesa de proyecto con videojuego incluido que nunca apareció.
Sumado a este peligro, el anonimato propio de las transacciones con criptomonedas en “blockchain” --conocemos el nombre de la billetera digital, pero no a las personas detrás de estas-- permite que dineros “sucios”, provenientes de actividades ilícitas como narcotráfico u otras, sea invertido (lavado) en NFTs o en las mismas criptomonedas. Esto es algo muy señalado en el mundo de las “cripto”, y lo es por consiguiente en el mundo NFT.
Asimismo, también existe un daño ambiental ligado a los NFTs (y a las criptomonedas). La cadena de bloques de Ethereum requiere de gastos energéticos excesivos para la creación de NFTs. Muchas veces los centros de criptominería son edificios llenos de computadoras trabajando sin descanso, o alineamientos de ordenadores ubicados en países o regiones donde la electricidad es más barata. No se suelen usar fuentes de energía renovable para estas actividades.
Por último, también podemos mencionar algunos detalles que resultan por lo menos raros o sospechosos en el mundo de los NFT. El director creativo, artista conceptual y programador Ryder Ripps, expareja de la rapera Azealia Banks, publicó en Twitter un hilo detallando aspectos filonazis o neonazis en la colección de NFT más popular de todas, la del Club Náutico de Simios Aburridos. Podés chequearla aquí abajo. Es posible que sean puras elucubraciones sin mucho sentido o meras coincidencias, como señalaron expertos para la revista Input, pero también es posible que quienes están detrás de esta colección sean simpatizantes de la ultra derecha radical y sean secretos admiradores de Adolf Hitler, cuyo aniversario de su muerte, el 30 de abril, fue la fecha de nacimiento de estos monitos.
oh one more thing about these logos, they have the exact same amount of teeth in the scull, i have yet to find another ape skull drawing with 18 teeth. pic.twitter.com/hbIsWnGvX3
— RYDER RIPPS (@ryder_ripps) January 7, 2022