Cualquier dispositivo que se conecte a la web y que cuente con cámara, micrófono o GPS representa un riesgo para la privacidad y la seguridad. Si esta Navidad usted decide comprar a su hija o hijo una tableta, un peluche que habla o que viene provisto con cámara, un carrito inteligente o cualquier otro dispositivo que se conecte a Internet debe tomar algunas precauciones.
Aunque parezca sacado de la ficción se han presentado casos con juguetes o accesorios que tienen funcionalidades adicionales, que permiten a personas malintencionadas capturar imágenes, audios y hasta ubicar a los niños, o conversar con ellos.
En setiembre de este año, se detectó en Australia que el reloj inteligente TicTocTrack tenía un fallo que permitía seguir a los niños, escucharlos a escondidas e incluso llamarlos.
Mientras que otro caso sonado en el 2017, en Estados Unidos, fue Cloud Pet, un oso de peluche que se conectaba a la web y era capaz de grabar, enviar y recibir mensajes de voz.
Sobre esta situación, la firma de seguridad informática ESET publicó que: “se encontraron cientos de miles de registros de clientes almacenados en la web, accesibles para todo el que sea lo suficientemente curioso como para buscarlos”.
¿Qué se puede hacer ante el riesgo que implican los juguetes conectados?
Para evitar que sus hijos y su familia sean blanco de situaciones malintencionadas, siga estas recomendaciones de NordVPN.
Investigue. Antes de tomar la decisión de comprar un juguete, es recomendable que busque en Internet “comentarios de expertos y compruebe si existen quejas o incidentes de seguridad”.
Un fabricante responsable siempre explicará a los consumidores qué información recoge su servicio y cómo la usan. No olvide leer con calma la “Política de privacidad y las Condiciones de servicio” del fabricante en su sitio web.
Sobre este punto, la firma de seguridad ESET también destacó que es importante entender cómo se almacenan y comparten los datos recolectados.
Analice el tipo de información que compartirá. En algunas ocasiones, los servicios le pedirán información para ofrecer una mejor experiencia de juego o con el producto. En estos casos analice cuáles datos merece la pena compartir y cuáles no.
NordVPN explica que tiene sentido que los desarrolladores soliciten datos como su correo electrónico para informarle sobre actualizaciones, pero hay otra información que es, en gran parte innecesaria.
No dé permisos excesivos. ESET también aconseja que, con artículos que se conectan a la web, vale la pena cerciorarse de que estos y las aplicaciones no tengan rienda suelta para comunicarse con otros aparatos. El que estén conectados, no significa que deban acceder a todos sus otros dispositivos.
Conéctese a redes wifi seguras. Cuando saque el juguete de la caja y vaya a conectarlo a Internet asegúrese de que la red a la que lo conectará sea segura y que tengan una contraseña fuerte. Evite conectar este tipo de aparatos a redes públicas, pues son más vulnerables.
En caso de que el juguete lo permita, establezca una contraseña.
Manténgase atento a las conversaciones de sus hijos. Según explica NordVPN, algunos juguetes inteligentes permiten que los niños hablen con otros niños que juegan con el mismo juguete o juego. Si es el caso del juguete que le compró a su hija o hijo asegúrese de explicarle qué es información personal y por qué no puede compartirla.
Una buena práctica es revisar frecuentemente las conversaciones que sus hijos tienen mediante el aparato para asegurarse de que no haya adultos haciéndose pasar por niños.
Por último, NordVPN aconseja apagar los juguetes cuando no los use e informar al fabricante en caso de fallos.
Al apagar el juguete cuando no se está usando evita que este recolecte datos. “Si el artículo tiene un micrófono, déjelo en un cajón o baúl, donde sea más difícil de grabar conversaciones. Y los juguetes con cámara se pueden tapar o colocar de cara a una pared”, aconsejó la firma de seguridad.
Si informa de los fallos, eso sentará un precedente y hará de Internet un sitio más seguro.
“Los padres deben ser conscientes de lo que traen a casa para sus hijos. Cuando se conecta algo a Internet, puede estar potencialmente expuesto a los ciberdelincuentes. Una vez que han entrado, los piratas informáticos pueden usar el micrófono o la cámara del juguete para oír y ver todo lo que el juguete ‘ve’ y ‘oye’, concluyó Daniel Markuson, experto en privacidad digital en NordVPN.