El uso de las tarjetas de crédito y débito es diario en Costa Rica, ¿pero se ha preguntado si las características de la que utiliza le dan la mayor garantía de seguridad posible?
Hace unos años, las tarjetas con banda magnética eran las únicas que se podían encontrar en el mercado costarricense.
En contraste, actualmente el 74,8% de los plásticos colocados en el mercado cuentan con este sistema pero también con chip y contactless. Son un total de 2.243.690 tarjetas, según los datos más recientes del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).
De acuerdo al estado trimestral del MEIC, el 87,0% de las tarjetas de crédito emitidas por bancos públicos ya cuenta con banda magnética, chip y contactless, mientras que un 12,3% de los plásticos únicamente cuenta con banda magnética y el 0,7% restante posee banda magnética y chip.
Como parte de la protección al usuario, el Reglamento del Sistema de Pagos del Banco Central de Costa Rica dio a los emisores el 31 de diciembre de este 2019 para que el 100% de las tarjetas de pago en circulación dispongan de banda magnética, chip y ‘contactless’.
¿Cuál es el problema? La banda magnética almacena los datos como el nombre, fecha de caducidad y la entidad emisora del propietario de la tarjeta. En el momento en que la persona cancela, estos datos se transfieren a los lectores de banda en los puntos de pago.
Este sistema no es del todo seguro, debido a que los delincuentes utilizan dispositivos para copiar y robar la información de la banda magnética cuando se pasa la tarjeta, lo que se conoce como una “clonación” y lo cual da acceso a todos los datos financieros del dueño del plástico.
En el mercado costarricense también existe el chip, que se volvió popular en los últimos años ante la vulnerabilidad de la banda magnética. Este sistema posee una encriptación en un microchip y, al no deslizarse, tiene un comunicación bilateral con la terminal de pago, lo que protege la información financiera del usuario.
A diferencia de las que cuentan con banda magnética, las tarjetas de chip son imposibles de clonar, por lo que los ladrones no pueden utilizar la información para transacciones fraudulentas.
Otra de las opciones que ingresó al mercado la tecnología en los últimos años es el ‘contactless’ o pago sin contacto con la terminal. Con este método, los usuarios no deben deslizar ni insertar el chip cuando van a cancelar sus compras, lo que lo convierte en un sistema aún más seguro.
‘Contactless’ se posiciona como un sistema seguro debido a que la tarjeta nunca pasa a manos de una segunda persona. Esta tecnología también graba el nombre del usuario en láser y no en relieve, lo que permite identificarlo mejor y así garantizar su seguridad.
El contactless también hace los pagos más rápidos, pues en montos bajo no requiere presentar identificación ni emitir o firmar un voucher.