Capa sobre capa, la impresora 3D moldea figuras con volumen: ancho, largo y alto, en el laboratorio de Fabricación Kä Träre de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y así da vida a prototipos de proyectos, como el de un clon plástico de una rana arlequín (Atelopus varius).
Conocida con ese nombre por sus vistosos colores, esta especie que desde 1996 se creía extinta, volvió a ser tema de conversación para un grupo de científicos, que encontraron una población de más de 200 individuos en la reserva forestal Las Tablas en San Vito de Coto Brus, durante el 2008.
Ese hallazgo es en parte responsable de que el Proyecto de Conservación Aguas y Tierras (Procat), una organización no gubernamental, se dedicara a estudiar el comportamiento de esta ranita y luego, se acercara a Kä Träre en la UNED.
El espacio, ubicado en Sabanilla de Montes de Oca desde hace cuatro años, es un laboratorio de fabricación, es decir, un lugar donde se producen objetos físicos a escala, que agrupa máquinas controladas por computadoras.
Aquí no solo se encuentran impresoras 3D, también se trabaja con arduinos (placas con un microcontrolador y un entorno de desarrollo, con pines de entrada y salida de información) y dispositivos de corte láser, entre otros.
Colaboración
¿Por qué los científicos de Procat decidieron estrechar lazos con este sitio? Según el biólogo Diego Gómez, su principal interés era encontrar la manera de estudiar el comportamiento entre individuos de la especie, ya que se ha trabajado mucho su taxonomía o clasificación, pero no en la interacción entre ellos.
"Me llamó la atención la necesidad que hay en los proyectos de conservación y Biología, de alinearse con laboratorios que trabajan en otras líneas, pues hacen falta muchas sinergias para poder avanzar", afirmó.
Esterlyn Quesada, ingeniero en sistemas y programador; Carolina Zamora, diseñadora gráfica; Ana María Sandoval, matemática y Farith Tabash, ingeniero en diseño industrial conforman parte del equipo de este laboratorio de fabricación. [side_to_side]
Fue así como se produjo el acercamiento.
Durante la primera visita se decidió buscar en Internet una ranita —diseñada por alguien más, en algún lugar del mundo— descargar el archivo tridimensional e imprimirla en el momento, usando impresión 3D.
"Acá se trabaja con recursos abiertos (que se pueden usar sin restricciones). La repercusión que tiene el hecho de que sean abiertos es que la Ciencia puede avanzar a una tasa más rápida que si se trabajara con recursos privativos (sujetos a derechos)", opinó Gómez.
Manos a la obra
Una vez impreso el prototipo, fue llevado al campo de trabajo, donde investigadores como Rocío Seisdedos, se dieron a la tarea de observar el comportamiento de la rana Arlequín.
"Principalmente queríamos ver los parámetros poblacionales, entender cómo está esa población que se descubrió (en el 2008), cómo son los individuos. También pasar muchas horas observándolos para saber cómo es su movimiento y desplazamiento", comentó Seisdedos.
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Tras probar con el prototipo genérico que se habían llevado al campo, y recolectar los datos científicos, los investigadores enviaron las medidas de la rana y sus características físicas al laboratorio de fabricación de la UNED.
"Un estudiante de la Universidad Veritas fabricó como proyecto de Trabajo Comunal Universitario el prototipo, con las medidas de la rana arlequín macho", indicó Carolina Zamora, diseñadora gráfica de Kä Träre.
Al ser un laboratorio abierto, cualquiera con deseos de crear puede acercarse y aportar.
Aporte
El interés de los investigadores de Procat es que con este prototipo — que luce igual a una rana arlequín verdadera— se pueda facilitar el desarrollo de investigaciones sobre el comportamiento entre individuos.
"Al usarlo en el campo constatamos que las ranitas pueden reconocerlo como un individuo real. Eso nos da una posibilidad de hacer investigación mucho más amplia, porque podemos utilizar un prototipo de esos y no esperar en campo, tal vez años y años a que se encuentren dos individuos machos batallando por un territorio", destacó Gómez.
A las especies como la rana arlequín que se creen desaparecidas y luego vuelven a ser detectadas se les conoce como especies Lázaro, debido al declive de población que hubo de esta especie, Atelopus varius, se requieren muchos datos de ecología para lograr emprender acciones de conservación efectiva.
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"Esa es la posibilidad que nos dio la impresión 3D", explicó el biólogo.
Además narró que lograron captar en video, el momento en que un machose encontraba con la rana 3D.
El individuo verdadero colocó su pata encima del prototipo, para marcar su territorio. Sin embargo, perdió interés al ver que la otra no reaccionaba.
Es por eso que desde ya, Kä Träre se prepara para la segunda etapa del proyecto, en la cual se incluirá un diminuto parlante en el prototipo, el que reproducirá los cantos de estas ranas, así como la posibilidad de que mueva sus patas traseras.
Para ello, en los últimos seis meses Esterlyn Quesada se dedicó a aprender cómo se utilizan los microcontroladores miniatura, tras graduarse del Fab Academy 2017, una certificación que brinda el mismo Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).