Él lleva 25 años condimentando con humor la política, la farándula y el futbol. Al personaje que imita, ‘lo despedaza’ como dice él, y asegura que en Costa Rica no hay nadie intocable o que se salve de la chota.
En el TEDx Pura Vida 2013, él imitó a José María Figueres, Abel Pacheco, Miguel Ángel Rodríguez, Óscar Arias, Rafael Ángel Calderón y hasta Laura Chinchilla, y recordó la importancia del buen humor para debatir los problemas.
¿Por qué decidió contar la noticia con humor?
Porque es una forma más fácil de digerir una noticia seria. Para mí tiene más alcance una noticia tratada con humor, sátira y chota, que una noticia que tenga el formato tradicional.
¿Y se puede hacer periodismo con rigurosidad de esta manera?
Para mí tiene la misma validez el periodismo normal, que meterle o impregnarle jocosidad en las noticias. Tienen la misma responsabilidad y la misma intensidad en cuanto a la realización de la noticia.
En su opinión, ¿cuál sería la diferencia entre las dos?
A mi criterio, es un condimento más que le estamos poniendo a la noticia, para que sea mejor digerida por la gente.
¿Cómo es ese proceso de imitar a alguien?
Es un poco complejo: primero tenés que tener la facilidad. Eso es algo ya innato, un don de llegarle e imitar el tono de voz.
”Después vienen otros matices que enriquecen al personaje: la forma en que habla, matices de vocalización del personaje, gestos, y particularidades ya propias de la personalidad. Eso es lo que yo llamo ‘estudiar la psicología del personaje’. No es solamente la voz; hacer la voz igual lo puede hacer cualquier persona”.
Entonces, su trabajo tiene bastante de teatro y actuación. ¿No?
De teatro no tanto, porque si bien es cierto hay movimientos escénicos importantes de la caracterización del personaje, es más de conocer al personaje que vas a imitar, para poderlo hacerlo con mayor precisión.
¿Usted aprende algo de los personajes que imita?
Todo. Lo aprendo todo de ellos.
¿En qué sentido?
Cuando yo me caracterizo de un personaje, entiéndase presidente, expresidente, deportista, periodista, a mí se me olvida que yo soy Norval. Yo me transformo y pienso como ese personaje. Y también lo defiendo como ese personaje. Conforme yo me crea más el personaje, puedo irradiarlo a la gente para que me asemeje al verdadero.
¿Cree que el humor puede inspirar a otros?
Sí, claro, completamente. El humor es una escuela.
”Así como yo me inspiré en personas de otras generaciones, como Parmenio Medina, como Lucho Ramírez, que para mí ha sido de los mejores imitadores que ha habido en el país, yo creo que también mucha gente se puede inspirar a través del humor”.
Algunos de sus personajes más reconocidos son figuras políticas. ¿Qué ha aprendido de la política costarricense a través del humor?
Que los personajes de nuestra vida y del entorno político, han aprendido también a reírse de sí mismos, a través del humor que uno desarrolla. Lo han sabido asimilar para no enojarse y para no molestarse.
”Creo y celebro que ellos han sabido y entendido, de una forma muy inteligente, que esto también es un trabajo. Hacer humor también es un trabajo”.
¿Falta o sobra humor en la vida política costarricense?
Costa Rica es un país que desayuna, almuerza y cena política. Y deporte, y religión. Esos tres puntos no le pueden faltar al país.
”Yo diría que tiene más bien demasiado humor. Tan así es, que en la calle pasa una situación determinada, política, deportiva o religiosa, y al ratito empieza en redes sociales todo mundo a hacer chota de esa situación.
”La idiosincrasia del costarricense trae implícito el humor; y es un humor muy fino, y muy inteligente. Me parece que el condimento ya lo traemos todos”.
¿Cree usted que hay alguien intocable en Costa Rica? ¿Alguien que no se deba imitar?
No, en Costa Rica no, todos somos comunes y corrientes. Aquí, todos somos de la misma cepa.
”A título personal, yo no imitaría tal vez al Papa (se ríe). Bueno, ahora que renunció, tal vez ya ahora sí. Pero por ser una figura tan suprema, sería como delicado empezar a imitarlo. Mucha gente tal vez se sentiría mal, ofendida, o demás. Entonces es mejor evitar.
”Pero eso es en aquel entorno. En el entorno nuestro, cualquier figura es imitable, cualquiera. ¡Hasta vos!” (entre risas).
¿Cómo cree que se podría imitar a Norval Calvo?
Para imitarlo completamente, tendría una peluca bien canosa. Después, yo soy muy atarantado. Completamene eléctrico. Y hablo muy rápido.
”El tono de voz, no sé si será fácil o no, ya dependería del imitador a ver si le llega”.
¿Y cómo reaccionaría si en algún momento, en lugar de imitador, usted se convierte en el personaje imitado?
(Entre risas) ¡Me encantaría, para que se saquen el clavo! ¡Para que me despedacen como yo a ellos los despedazo!