MARSELLA, Francia (AFP) Unos 400 científicos de unos 40 países analizarán a partir del domingo en Marsella (sur de Francia) el fenómeno de la "muerte súbita", que salió a luz con la muerte de varios futbolistas, como el español Antonio Puerta, del Sevilla FC, o el camerunés Marc Vivien Foe.
El congreso organizado por la Sociedad Europea de Arritmia Cardíaca, que tendrá una duración de tres días, pretende estudiar un fenómeno que, si bien en algunos países como Estados Unidos se tiene en cuenta, no figura como prioridad en el marco de las políticas de salud deportiva de muchas otras naciones.
No obstante, la llamada "muerte súbita" no afecta sólo a deportistas. "Cada diez minutos muere por muerte súbita una persona en Francia, es decir, de 25.000 a 50.000 casos anuales", según el presidente del comité organizador del congreso y profesor de cardiología en la Universidad de Marsella, Samuel Levy.
Científicamente, la "muerte súbita" sobreviene en menos de una hora y se caracteriza por un paro cardíaco, sin que ningún síntoma anuncie el ataque.
Los países anglosajones han tomado conciencia del problema y adoptado medidas como la instalación de desfibriladores en lugares públicos.
"En Estados Unidos, médicos y familiares de víctimas se han unido para obtener una respuesta de las administraciones. En todas las aerolíneas estadounidenses, y también en Air France, hay actualmente un desfibrilador a bordo", destacó el médico.
Otro ejemplo: en Estados Unidos es imposible obtener una habitación en un campus sin haber recibido antes "cursos de masaje cardíaco y de boca a boca".
En otros países, como Francia, la situación no está tan avanzada. "Es a la vez un problema de información del público y político", según Levy.
Una de las conclusiones que extrae este especialista es que una parte de los fallecimientos por esta patología podrían evitarse. Según Levy, "en una ciudad como Seattle, por ejemplo, del 30 al 35% de las víctimas tratadas por los servicios de urgencia logran sobrevivir, mientras que en Francia el porcentaje ronda entre el 2 y el 4%".
No es tanto un problema de la calidad de los equipos médicos como de sensibilización de la población. "Tenemos menos de 10 minutos para poder salvar la vida al enfermo. Si se le logra dar un masaje adecuado en los primeros seis minutos y la descarga eléctrica en menos de 15 minutos, el 70% de los pacientes pueden sobrevivir. Pero con cada minuto que pasa, perdemos un 10% de las posibilidades", asegura el médico.
En el congreso de Marsella se abordará la cuestión desde una perspectiva global: desde métodos de detección de pacientes de riesgo hasta estudios que relacionan la "muerte súbita" con enfermedades o malformaciones cardíacas, así como la presentación de los últimos modelos de desfibriladores y técnicas de prevención.
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