Microsoft, que cerró en abril la compra del negocio de telefonía móvil de Nokia, confirmó que pronto retirará esa marca para sustituirla por Microsoft Lumia.
Así quedó confirmado en la página en Facebook de Microsoft Francia, donde un mensaje oficial dice: “En próximos días, usted recibirá un mensaje de Facebook sobre el cambio de nombre de esta página. Estamos a punto de convertirnos en Microsoft Lumia”.
Esta señal estuvo precedida por otra: la transición en Internet del sitio de nokia.com al de Microsoft. Quien hoy ingrese a la página de Nokia para Norteamérica verá el aviso: “Ahora somos Microsoft”, seguido por una instancia a los usuarios para que abandonen el sitio de Nokia y se dirijan al de Microsoft.
La decisión, sin embargo, no implica la completa desaparición del nombre. Nokia existe como una empresa separada, pero sin su negocio de telefonía. Hoy, esa compañía finlandesa se dedica a asuntos de infraestructura en telecomunicaciones. De hecho, Nokia asegura que su marca es aún muy fuerte.
En un blog de Barry French, vicepresidente ejecutivo de Asuntos Corporativos y Mercadeo de Nokia, este insiste en que esa firma tomará más fuerza en infraestructura de telecomunicaciones y dice que Nokia es “financieramente robusta”.
Sin embargo, la empresa que una vez dominó el mundo de la telefonía móvil ahora, está excluida del negocio que la volvió un gigante.
Distintos análisis coinciden en que buena parte de su declive fue culpa de sus antiguos directivos, por su falta de visión y su soberbia. La primera les impidió adivinar los gustos del consumidor, al punto de rechazar incluso innovaciones creadas por sus propios ingenieros.
Un buen ejemplo es que el gigante finlandés fabricó su primera tableta, la Nokia 510, en el 2001, nueve años antes de que Apple pusiera de moda este tipo de dispositivos con su tableta iPad. No obstante, ni siquiera la puso a la venta.
La soberbia, por otro lado, hizo que los directivos de Nokia se empecinaran en mantener su propio estilo, en vez de reaccionar y seguir tendencias. Nokia lanzó su primer móvil con pantalla táctil, el Nokia 7710, en el 2004, tres años antes del iPhone, pero luego lo sacó del mercado y dejó de desarrollar ese tipo de tecnología.