Excesos, adicciones y centros de rehabilitación son el “ritual de lo habitual” en Estados Unidos, nación donde la superabundancia material y el ritmo de vida frenético desbordan por cada esquina.
Nadie debería entonces sorprenderse por el florecimiento de empresas proveedoras de campamentos o retiros para adultos, quienes pagan por librarse un tiempo de su vida digital en sitios cuyo norte es darles otra perspectiva de la tecnología y la Internet.
Camp Grounded es uno de estos sitios cuyas reglas son un categórico “no”: no teléfonos, no tabletas, no computadoras, no relojes y tampoco se habla de trabajo.
Digital Detox , la empresa creadora del espacio, parte de que retirando todos esos artefactos y ruidos del trajín urbano, los participantes quedarán en posición de crear conexiones genuinas con otras personas y más trascendentes y duraderas que un tuit más u otro “me gusta” en redes sociales.
Además, durante tres días de programa, los 250 matriculados siguen actividades terapéuticas como practicar yoga, meditación, una dieta sana basada en vegetales y dinámicas grupales al aire libre como parte de la tarea de crear conexiones persona a persona.
En esencia, un regreso a la niñez buscando tesoros en la montaña, tirarse en el césped, caminatas, muchos abrazos y juegos por $300 el fin de semana en el llamado Camp Navarro (Navarro, California) una antigua sede de los Boys Scout .
Digital Detox ha abierto otros puntos dentro y fuera de EE. UU. para sus retiros.
Sin embargo, hay también sitios para diluir adicciones a Internet donde, aparte de un lapso mayor de abstinencia tecnológica, hay un acompañamiento posterior mucho más profundo que unas vacaciones de relajación y apagado del barullo resultante de la hiperconexión.
Esa es la meta de reSTART , primer centro residencial para adictos a Internet de EE. UU., localizado en la periferia de Seattle; irónicamente a unos cuantos kilómetros del cuartel general de Microsoft.
En una zona de dos hectáreas, el sitio atiende solo a seis residentes a la vez, cuyo reajuste es un contraste puro y sin filtro de la era digital.
Durante al menos 45 días, los inquilinos cocinan, leen libros, arman Legos, reciben sesiones de terapia y hacen mucho ejercicio con clases de CrossFit, a las 7:30 a. m., y caminatas.
En el sitio de reSTART hay consejos a padres, contacto con grupos de ayuda y el manual de los 12 pasos para la adicción a Internet. Su similitud con manuales ligados al abuso de sustancias no es casual.