No hay distinción entre la cruz esvástica que simboliza al nazismo, la capucha que utilizaban los miembros del Ku Klux Klan y un meme de Internet que se llama la Rana Pepe.
No, al menos, desde la perspectiva de la Liga Antidifamatoria, una organización estadounidense cuyo fin es combatir la propaganda antisemita y la divulgación de mensajes de odio.
El miércoles 28 de setiembre, la ADL (por sus siglas en inglés) incluyó a la Rana Pepe (conocido popularmente en inglés como Pepe, the Frog ) en su lista de símbolos de odio, junto a la bandera confederada, las cruces en llamas y el águila del Partido Nazi, entre otros.
El largo viaje de la Rana Pepe que concluyó en su inclusión en dicha lista comenzó en el 2005.
Fue creado por el caricaturista Matt Furie, autor de una serie de comics titulada Boy’s Club , de la cual Pepe era coprotagonista.
La imagen comenzó a aparecer en distintos foros digitales, como 4Chan, en el 2008. Por lo general le acompañaba una leyenda que decía Feels good, man (“Se siente bien, mae”).
Con el tiempo, la popularidad del meme creció, y con ella lo hizo también su versatilidad. Apareció en redes de varias celebridades (como Katy Perry o Nicki Minaj).
Como cualquier otro meme, se convirtió en una imagen recurrente para expresar distintos sentimientos.
Y luego uno fue el odio.
En mayo de este año, el sitio The Daily Beast publicó un artículo en que se aseguraba que la Rana Pepe estaba siendo utilizada por partidarios de la ultraderecha en Estados Unidos.
Aparecieron entonces distintas versiones del meme: la rana con los bigotes de Hitler, con el cabello de Trump, con capucha del KKK.
Incluso, el blog oficial de la campaña de Hillary Clinton publicó, apenas hace unas semanas, un artículo que supuestamente explicaba la relación entre Donald Trump, los supremacistas blancos y el meme, al que se calificó de “siniestro”.
Aunque el artículo fue motivo de burla en muchos foros digitales y redes sociales, fue también parte de las gotas que derramaron el vaso que finalmente convenció a la ADL y condenó a Pepe a ser, para siempre, un símbolo de odio.