La famosa aplicación de mensajería Whatsapp fue objeto de críticas el jueves por pedir a sus 2.000 millones de usuarios aceptar nuevas condiciones de uso, que le permiten compartir más datos con su casa matriz Facebook.
Los usuarios que se nieguen ya no podrán acceder a sus cuentas a partir del 8 de febrero.
En Twitter, numerosos usuarios se mostraban alarmados el jueves por haber dado su consentimiento sin haber leído en detalle los cambios.
El grupo pretende monetizar su plataforma permitiendo a los anunciantes ponerse en contacto con sus clientes a través de Whatsapp, o incluso vender directamente en la aplicación sus productos, como ya ocurre en India.
"La actualización de las políticas de confidencialidad son habituales en la industria y estamos proporcionando a los usuarios todas las informaciones necesarias para verificar los cambios que entrarán en vigor el 8 de febrero", indicó un portavoz del grupo en una declaración transmitida a la AFP.
Según la empresa, los datos que pueden ser compartidos entre Whatsapp y el ecosistema de aplicaciones de Facebook (incluyendo Instagram y Messenger) incluyen los contactos y la información del perfil, excepto el contenido de los mensajes.
Pero las nuevas condiciones difieren entre la Unión Europea y el resto del mundo. En el caso de la UE y del Reino Unido, solo se utilizarán para desarrollar las funcionalidades ofrecidas a las cuentas profesionales WhatsApp Business, explicó la empresa a la AFP.
"WhatsApp no comparte los datos de sus usuarios en Europa con Facebook con el fin de que Facebook utilice estos datos para mejorar sus productos o anuncios", aseguró un portavoz de la plataforma.
Preguntada por la AFP, la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL), regulación francés de internet, recordó que desde 2017 se había iniciado una investigación sobre las consecuencias de la compra de Whatsapp por Facebook por 22.000 millones de dólares en 2014, incluidas las condiciones de transferencia de datos.
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