La combinación de dos sistemas de información permitirá a los guardaparques, a partir del 2013, verificar la legalidad de la madera que transita por las carreteras del país.
Desde un teléfono o tableta con acceso a Internet, ellos podrán seguirle la pista a cada árbol. Si este aparece en el sistema es porque cuenta con el permiso; si no es así, puede que provenga de tala ilegal.
“El cultivo de árboles para aprovechamiento es una actividad productiva sostenible. El problema es cuando esa madera viene de la tala ilegal y se cortan especies en peligro de extinción o se afectan los bosques”, comentó Gílbert Canet, gerente de Manejo de Recursos Naturales, del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
Con ayuda de estas plataformas tecnológicas, el Sistema de Información de Recursos Forestales (Sirefor) pretende ejercer un mejor control de la madera para así asegurar su legalidad.
Además, según afirmó Canet, la tecnología ayudaría a combatir los casos de corrupción que se podrían presentar en el proceso de asignación de las placas y guías, así como en los operativos de carretera.
Dónde está cada árbol. Desde el 2011, el Sinac cuenta con una plataforma tecnológica conocida como Sistema de Información para el Control del Aprovechamiento Forestal (Sicaf).
Durante el trabajo de campo que se realiza como parte de la tramitación de los permisos de aprovechamiento forestal o de corta, los funcionarios anotan la georreferencia (posición de GPS) de los árboles de la finca y así saben la ubicación de cada uno de ellos.
Esa información se incluye en el expediente digital que tiene cada finca en el Sicaf y, con solo tener acceso a Internet, los funcionarios pueden revisar todo lo concerniente a ese permiso forestal.
Este año, el Sinac empezó a implementar otro sistema, enfocado en el manejo de guías de transporte y placas de madera.
Cada guía y cada placa posee un número único que es ingresado en el sistema.
A la hora de otorgar el permiso, el sistema asigna automáticamente una cantidad de guías de transporte y placas según lo autorizado.
“Dependiendo de la especie, cada árbol puede tener dos o tres trozas. A cada troza se le asigna una placa cuyo árbol ya está georreferenciado”, explicó Canet.
De esta manera, durante los operativos en carretera, el funcionario –desde un dispositivo con Internet– puede digitar la placa del camión que transporta la madera, y eso lo llevará al permiso de la finca de donde salió esa troza de madera.
A la fecha, la oficina de Liberia es la única que cuenta con ambos sistemas.
Sin embargo, la meta es instalarlos en las 32 oficinas regionales del Sinac durante el 2013.
Para Canet, el sistema de placas y guías también les ayudará en cuanto a proporcionar información para ver las rutas que está tomando la tala y comercialización ilegal de madera.
“Aún nos falta desarrollar otro módulo dirigido a la industria porque esa madera va en tránsito a algún lado. Para eso necesitábamos saber cuántos aserraderos eran y dónde están. Ya el censo que hicimos este año nos proporcionó esa información, y ahora podemos diseñar el sistema para cerrar el ciclo”, añadió Canet.