Un reciente estudio realizado por investigadores del National Bureau of Economic Research (NBER) hizo una curiosa relación entre la apariencia física y el tiempo dedicado a los videojuegos. Según los resultados, las personas más atractivas tienden a pasar menos tiempo jugando que aquellas con una apariencia promedio o poco atractiva.
Este hallazgo, respaldado por datos del estudio longitudinal Add Health, sugiere que los individuos físicamente atractivos tienen más oportunidades y razones para participar en actividades sociales cara a cara, lo que disminuye su inclinación por pasar largas horas frente a la pantalla.
El estudio, titulado Looks and Gaming: Who and Why?, explora cómo la belleza influye en el comportamiento de juego tanto en adolescentes como en adultos. Los investigadores encontraron que, en promedio, las personas considerados atractivos no solo son menos propensos a jugar videojuegos, sino que, cuando lo hacen, dedican menos tiempo a esta actividad en comparación con sus pares menos “agraciados”.
Por ejemplo, entre los adolescentes, aquellos clasificados como “atractivos” por los entrevistadores del estudio Add Health, tenían un 3,5% menos de probabilidades de jugar videojuegos en comparación con los adolescentes de apariencia promedio o poco atractiva. Entre los adultos, la diferencia es aún más marcada: los adultos atractivos dedican en promedio 2.05 horas menos por semana a los videojuegos que los adultos menos atractivos.
¿Cómo se realizó la medición?
En el estudio realizado por el NBER, la medición de la belleza de las personas se llevó a cabo utilizando las evaluaciones de los entrevistadores durante el desarrollo del estudio longitudinal Add Health. Al final de cada entrevista, los entrevistadores asignaron a cada participante una calificación de su apariencia física en una escala del 1 al 5. Esta escala incluía categorías que iban desde “muy poco atractivo” hasta “muy atractivo”, permitiendo así clasificar a los participantes según su nivel percibido de belleza.
Específicamente, la escala utilizada se estructuró de la siguiente manera: 1 representaba a personas “muy poco atractivas”, 2 a aquellas “poco atractivas”, 3 a las de apariencia “promedio”, 4 a las “atractivas” y 5 a las “muy atractivas”.
Esta categorización permitió a los investigadores analizar la relación entre la belleza física y la cantidad de tiempo que las personas dedicaban a jugar videojuegos, encontrando diferencias significativas entre los distintos grupos de belleza.
Cabe destacar que la evaluación de la belleza fue subjetiva, basada en la percepción de los entrevistadores, lo que introduce un componente de variabilidad en las calificaciones.
¿Por qué sucede esto?
Los autores del estudio sugieren que la razón detrás de esta relación puede estar en las ventajas sociales que confiere la apariencia física. Las personas atractivas suelen tener más amigos cercanos y oportunidades para interactuar socialmente, lo que eleva el costo de oportunidad de dedicar tiempo a actividades solitarias como los videojuegos. En pocas palabras, la vida social activa que disfrutan las personas atractivas las lleva a preferir actividades más sociales y menos centradas en la pantalla.
Este estudio desafía algunos estereotipos persistentes sobre los gamers, comúnmente vistos como individuos poco atractivos o socialmente aislados. Si bien estos estereotipos son perpetuados por años, el estudio sugiere que la realidad es más compleja y que la apariencia física juega un papel significativo en las decisiones de ocio, incluidas las horas dedicadas a los videojuegos.
Las conclusiones del estudio también plantean preguntas interesantes sobre cómo la sociedad valora la apariencia física y cómo esta influencia se extiende más allá del ámbito laboral, afectando incluso las actividades de ocio.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La información fue proporcionada y revisada por un periodista para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.