Pasa en la televisión y en el cine, pasa en la vida real. En enero del 2015, el rapero venezolano Canserbero apareció muerto luego de que supuestamente asesinó a un amigo y se lanzó por la ventana de un edificio en Maracay; ocho años después, el caso da un giro radical y la nueva versión revela mentiras, engaños y una mala investigación.
Tyrone José González, conocido por su nombre artístico Canserbero, fue un artista venezolano y uno de los nombres más influyentes en la historia del rap en habla hispana, convirtiéndose en casi una leyenda de la música de Latinoamérica después de su trágica muerte en el 2015.
El caso por las muertes en condiciones poco claras del rapero, nacido en 1988, y de su amigo y músico de la banda de reggae Zion TPL, Carlos Molnar, fue reabierto hace más de un mes. Desde entonces, la Fiscalía General de Venezuela ha anunciado varios avances muy reveladores.
El viernes 15 de diciembre, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunció que se descartó que el rapero se hubiese suicidado luego de cometer un homicidio y que ahora irán tras los hermanos Guillermo y Natalia Améstica, exmánager de Canserbero y pareja de Molnar, respectivamente.
“Lamentablemente en su momento las investigaciones fueron mediocremente realizadas, yo calculo que en un 1% de base de investigación penal y en un 99% de contaminación absoluta para imponer una tesis que, en este momento, puedo decir que queda 100% descartada”, declaró Saab en rueda de prensa televisada.
¿Qué se dijo cuando Canserbero apareció muerto?
La versión que se manejó en el pasado es que Canserbero se encontraba el 20 de enero de 2015 en casa de su amigo Carlos Molnar, quien lo invitó a pasar la noche en su apartamento, pues el rapero no tenía luz en su domicilio.
Natalia Améstica le dijo entonces a las autoridades judiciales que el artista de rap tuvo un aparente “brote de esquizofrenia”, durante el cual habría asesinado a Molnar y se lanzó del décimo piso en que se encontraban. Su versión coincidía con la que dio su hermano a los medios de comunicación después de los sucesos.
“Lo que Guillermo Améstica refirió, se tomó como verdad absoluta y ya, fue un homicidio-suicidio. Afortunadamente, los familiares y seguidores han sido persistentes desde ese entonces hasta ahora y nunca aceptaron esa tesis”, afirmó el fiscal venezolano.
Como parte de la nueva investigación, los restos de Canserbero fueron exhumados el 25 de noviembre. De esta forma se determinó que recibió un golpe con un objeto contundente “que no se corresponde con el lado del cuerpo con el que él cae” y que tenía una herida de arma blanca.
Además, realizaron una investigación psicosocial mediante entrevistas con personas que convivieron con el artista, la cual arrojó que el cantante gozaba de “una excelente salud mental”.
Otro hallazgo de la Fiscalía que refuta la versión anterior es que las huellas plantares cercanas a la ventana, por la cual cayó el cuerpo del rapero, “no pertenecen a Tyrone González, Canserbero”.
Sumado a esto, encontraron que no existían las condiciones para que González se lanzara con impulso; además, su cuerpo fue movido del lugar en que cayó.
“Una tesis de investigación que se está imponiendo es que fue una disputa económica (…) Canserbero se había separado de los hermanos Améstica para emprender una carrera de un alcance mucho más masivo y ocurre este lamentable suceso”, explicó el fiscal general de Venezuela.
Ahora, que la evidencia apunta hacia los hermanos Guillermo y Natalia Améstica, se les acusa de “homicidio calificado con alevosía” en perjuicio de González y Molnar.
También se les imputó por “falsa atestación”, “obstrucción de la justicia”, “simulación de hechos punibles” y “agavillamiento” (asociación entre personas para cometer un crimen).
“Presumimos que en estos lamentables sucesos pudieron incluso haber participado hasta seis personas, identificadas tres y aun por identificar probablemente otras tres”, comentó Saab.
La tercera persona imputada, y ya detenida, es Marcos Pratolongo, comerciante cercano a Natalia Améstica y quien le brindaba seguridad. A Pratolongo se le detuvo porque, al momento del crimen, poseía las llaves de la casa del rapero venezolano.
Finalmente, el fiscal Tarek Saab la emprendió contra el aparato judicial venezolano por supuestamente haber destruido las evidencias del caso (ropa y un cuchillo) sin autorización y porque el celular de Canserbero fue reiniciado de fábrica.