Cristiana Nassar recuperó el tono de su voz; atrás quedaron los días en los que no lograba articular palabra o en los que sonaba apagada. Han pasado más de dos años desde que su amado Martín, su esposo por más de tres décadas, partió. Su vida no volvió a ser la misma y hoy, muchos días y noches después, ella continúa tratando de volver a ser la misma.
El tiempo parece haber pasado rápido, aunque para Cristiana ha sido una eternidad, una en la que ha ido retomando la vida que conocía. No obstante, insiste en que nada es igual.
“Todavía no logro ser yo. Creo que mi vida aún está detenida. Nunca volveré a ser igual. Para mí esto es un renacer, pero no desde la alegría, sino apropiarte de la vida desde la tristeza. Es muy difícil”.
Cristiana continúa en duelo y lo describe como desgarrador. Las palabras no le alcanzan para expresar lo que experimenta.
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Tras su pérdida, Cristiana se ha permitido sentir y ha salido adelante por ella, por su hija y porque se lo debe a Martín. Confía que se aferra al mundo, aunque muchas veces no ha querido estar aquí.
“Lo que aprendes con el duelo es cómo hago para querer estar en el mundo y de verdad querer hacerlo. Porque con este dolor no se quiere estar en el mundo. Entonces es ver a qué me aferro y pensar que algún día seré feliz. Ver a mi hija bien que me llena de amor y me ilusiona verla vivir su amor con su novio, un amor que ya viví con mi esposo. Esas cosas me atan a ser feliz”, dice.
En este tiempo, Cristiana no se ha apoyado en ningún acompañamiento psicológico, pues cuenta que por muchos años hizo psicoanálisis y se conoce, sabe lidiar con lo que tiene por dentro.
Cada día extraña más a su esposo y sabe que con el paso del tiempo estará mejor. Sigue doliendo mucho, pero ha notado que el tiempo sana. Ella no se detiene.
“El día uno no podía ni respirar. No fui capaz de hacerle funeral. Hoy veo lo que pasó desde el agradecimiento, la fe y el amor. Ha sido un largo camino. Esto es sanar”, explica.
Cuando habla del agradecimiento, Cristiana sabe que estaba preparada para sobrellevar la ausencia de su esposo. Cree que él no hubiera soportado el dolor de que fuera ella quien partiera. “Es desgarrador y muy difícil”, reitera.
Regreso a la televisión
En estos más de dos años, Cristiana ha estado alejada de la televisión.
“Jamás pude haber hecho tele en estos años. No hay un gramo de mí que lo hubiera logrado. Mi mente dejó de ser ágil y rápida. Había meses en los que no podía hablar de dolor. Quedás frenada en la cabeza. Yo que amo expresarme, no podía hablar. No me salía nada. Fue rarísimo. Lo he ido recuperando con mi alegría de vivir”, comentó.
El último trabajo televisivo de Cristiana fue en Multimedios. En los últimos meses se ha dedicado más a su trabajo como chef. Fue a actualizarse a España y, en cada logro, siempre está Martín, quien “le dio a manos llenas” y la ayudó a formarse. El trabajo la sostiene.
“Estar socializando ha sido vital en este tiempo”.
Cristiana está motivada porque pronto dará un paso más para reencontrarse con la mujer que siempre ha sido.
Ella es parte del proyecto televisivo que desarrolla el periodista Douglas Sánchez. Según contó Nassar, la novedad empezará en dos meses y considera que este es el último paso para recuperarse.
“La tele es como cualquier otro trabajo, pero es lo que he hecho por 30 años. Lo que me sale fácil, me llena de alegría y me pone a pensar en entretener y divertir. Volver a la tele es estar más cerca de lo que soy yo”.
Un remanso
Cristiana está frente a un proyecto que recibe con paz. Le alegra trabajar con Douglas Sánchez porque dice que él respeta su esencia y la deja ser.
“Esto es un regalo para mí. Douglas y yo tenemos una forma de ser parecida, nos ponemos objetivos y vamos por ellos. Es mágico y siempre anda buscando a esta loca intensa”, comentó Nassar, quien por ahora no dio demasiados detalles de su regreso a la pantalla chica.
Su vida
A sus 54 años, Cristiana asegura que, pese a su dolor, vive un buen momento pues tiene salud y trabajo. Siempre ha creído que su edad es maravillosa. Hoy su hija Nayad es su fuente de alegría y satisfacción, la llena de orgullo.
Cristiana va día a día y no piensa en un nuevo amor romántico. Le gusta creer que la vida se encargará de darle lo que sea para ella.
Vive agradecida con las personas que se han solidarizado luego de la muerte de su esposo y habla de sus sentimientos porque sabe que es lo que muchas otras personas pueden estar viviendo.
Además, está dedicada a renovar cocinas, labor en la que pone su experiencia como chef. Ha estado visitando Latinoamérica para conocer tendencias y venir a transformar espacios en Costa Rica.
Tanto lo que hace como chef y lo que retomará pronto en la televisión lo hace como un homenaje para su amado Martín.