Un nuevo reto con mucha ilusión. Así es como Édgar Murillo describe la oportunidad que Teletica le da al elegirlo como conductor de Spelling Bee, nuevo programa infantil de la televisora.
Quizá presentar no es algo nuevo para él, pues se ha consagrado como el conductor estrella de Tu cara me suena; sin embargo, trabajar con niños no es precisamente a lo que está acostumbrado. De esto que vea este nuevo espacio como un nuevo capítulo.
“Me dijeron que querían a un presentador que pudiera interactuar con niños, lo cual me parece un halago, porque yo siempre he tratado desde La media docena, de tener una imagen familiar. También es un gran reto porque yo no he trabajado con niños en un formato de este tipo; entonces, voy con toda la disposición de divertirme, pasar un buen rato con ellos y sacar el niño que llevo dentro”, afirma.
Spelling Bee es un programa que pondrá a prueba el talento para el deletreo de niños entre los 8 y 12 años, así como su ortografía.
“Hay una parte del programa que es competencia y ese es el reto más grande para todos los que estamos involucrados en el formato: los niños compiten y son eliminados, y manejar eso es lo que va a ser un poquito complicado. Ya es triste cuando alguien se va de algún programa, pero más si se trata de niños. Voy a tener que aguantarme las lágrimas”, agrega.
Édgar detalla que cuando lo invitaron no dudó en aceptar la invitación, pues ahora sabe que está preparado para asumir este tipo de proyectos como presentador, a diferencia de lo que ocurrió cuando lo buscaron para conducir por primera vez Tu cara me suena, en el 2015.
El comediante confirma que dudó en aceptar, pues no creía ser capaz de asumir ese reto.
“Dudé como por 10 segundos de Tu cara me suena. A mí cuando Vivian Peraza, la productora, me contactó y me dijo que habló con Paula Picado de que creyeron que yo podía ser el presentador, yo dude de mí mismo y le dije a ella: ‘No puedo ser presentador y no me suena que yo puedo hacer esto’. Sin embargo, ellas tienen muchísima más experiencia que yo y me dijeron que creían que sí podía hacerlo y hacerlo bien. Ya después me sentí en mi charco”, cuenta.
En este nuevo espacio, Murillo hará mancuerna con el locutor Gustavo Gamboa por primera vez y afirma que le ilusiona poder compartir un proyecto así con él.
Un ciclo cerrado
Ha pasado año y medio desde que, en octubre del 2021, La media docena anunció que Édgar, o Guita, como le llaman de cariño, se separaba del grupo de comedia, integrado también por Mario Chacón, Daniel Moreno y Erik Hernández.
Murillo confiesa que tomar la decisión no fue tan difícil, pues cuando lo hizo todos tenían proyectos por separado, en los que se estaban concentrando y que, desde hace un buen tiempo atrás, ya no estaban trabajando tan juntos como antes.
“La separación formal viene desde octubre del 2021, pero la separación a nivel de labores viene desde el 2019. Entonces, no fue como la erupción de un volcán. Fue una separación como la de un iceberg que va así despacito o como la Pangea... Entonces, todo pasó muy natural e incluso la conversación entre nosotros fue supernatural.
Murillo compara al grupo con un matrimonio de muchos años, en que ya se conocen muy bien. “Entonces fue como que un matrimonio de muchos años, de esos que ya se conocen tanto que nada más un día se levantan y dicen: ‘Bueno sí, somos muy buenos amigos, ¿será que seguimos por ese lado y nos separamos, pero seguimos siendo amigos y todo bien? Y ellos fue como: ‘Perfecto. Yo estaba pensando lo mismo’”, detalla.
La separación fue tan amistosa que Édgar confiesa que, al día siguiente de anunciar su separación, ya estaban hablando para que apareciera en un último capítulo de la serie.
No obstante, asegura que tuvo que lidiar con quienes creyeron que había problemas a lo interno del grupo humorístico.
“¿Usted sabe que mucha gente cree que estamos peleados? En la calle me preguntan qué pasó con La media docena, pero ya me acostumbré. Yo sé que siempre voy a ser Édgar y que mi apellido es La Media Docena..., siempre; no hay nada malo con eso, para nada. Ha sido un proyecto que continúa siendo, en manos de ellos, un proyecto muy exitoso y siempre le tuvimos el mayor de los cariños”, asegura.
¿Qué motivó realmente a Murillo a salir de La media docena?
“A ellos les apasiona mucho esa parte de la de la televisión y la producción, a mí lo que me gusta es el teatro. Y probablemente si La media docena, hubiera sido grabada ante un público, ante una audiencia en vivo, probablemente nunca me hubiera aburrido, porque a mí lo que me carga mucho es la energía del público”, explica.
Y agregó: “O sea, tener a la cámara en frente me gusta, pero me llega a aburrir, porque esas pausitas de ‘acción’, ‘corte’, ‘cinco minutos’ y en las que uno dura tres horas grabando un minuto, me exaspera”.
No descarta un reencuentro con quienes llama sus amigos y sigue compartiendo más allá del grupo de comedia.
Eso sí, tiene claro que no volvería a la agrupación para formar una “estructura administrativa”.
“Pero sí volvería a trabajar con ellos y sí volvería a formar elenco y lo mencionamos durante las conversaciones de separación, que tal vez algún día nos reunimos a hacer una temporada de teatro de reencuentro, algo así como Menudo”, detalló.
Nuevos aires
Desde finales del 2021, Édgar Murillo se ha concentrado en otras áreas laborales. De hecho, en el 2022 estuvo a cargo de la producción de varios eventos. Sin embargo, más allá de ello, trabaja con varias marcas, las cuales promociona en sus redes sociales.
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“No me gusta llamarme creador de contenido, porque creo en algo más como publicidad en redes sociales. Soy de la vieja guardia. Yo no podría ser como Karina Campos, María González o Renzo Rimolo. Me gusta, pero no me veo trabajando a tiempo completo en eso o por lo menos dedicarle tanto esfuerzo, porque me abrumaría esa sensación de que tengo que grabar un vídeo para redes sociales.... Me sobrecoge”, dice.
Tiene claro que aunque “la mayoría de gente” tilda a los creadores de contenido de “vagabundos”; sin embargo, considera que el trabajo que requiere “es gigante” y que “grabar un videíto te puede tomar hasta dos horas, pero mucha gente eso no lo sabe”.
Pese a que no le encantaría ser creador de contenido “a tiempo completo”, confiesa que se ha hecho muy fanático de TikTok.
“Desde que empezó el boom de TikTok me hice un usuario falso -y no lo voy a mencionar-. O sea, puedo estar viendo todo, pero nadie sabe quién soy”, detalla entre risas.
Actualmente, Édgar Murillo se considera más como un emprendedor con algunas temporadas en la televisión.
También continúa como socio de Muelle 21, que recientemente abrió un nuevo local en Barrio Escalante.
“Esta nueva etapa en realidad es muy divertida y también muy extraña, pero muy divertida. Sentir que no hay rutina, que puedo estar haciendo cosas diferentes. Aunque tengo períodos en los que literalmente no hay nada que hacer y es muy de emprendedores porque uno tiene que aprender a manejar sus ausencias de trabajo y no sentirse improductivo y decir: ‘No me voy a desesperar’, porque luego hay que estar como con seis cosas a la vez”, asegura.
También ha aprendido a valorar más el pasar un sábado en la noche tranquilo en su casa descansando.
Aclara que “tengo 46 años por fuera, pero internamente tengo 72. Siempre he sido viejo: un alma vieja, que llaman”.
Además, en pandemia descubrió que es un fanático del avistamiento de aves y mientras se relaja descubriendo las especies de aves que hay en el país, se prepara para regresar a la televisión, esta vez al lado de niños.