Un hoja de cuaderno con la palabra escrita a mano “Papito” reposaba la tarde este domingo 9 de abril sobre el ataúd de Gerardo Zamora.
La nota estaba colocada sobre un portarretrato blanco en el que había un selfie del periodista luciendo la camisa de su querido Club Sport Herediano (CSH). La nota estaba firmada con las letras M y L, de Marcelo y Luciana, sus hijos.
También había una bandera del equipo florense y una camisa de la selección de Alemania, que minutos más tarde fueron cubiertas por una montaña de flores blancas, que decenas de niños llevaron hasta el féretro.
Esos pequeños detalles fueron parte de las múltiples muestras de cariño que se dieron en el funeral de Gerardo Zamora Bolaños.
La ceremonia se llevó a cabo en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, en el centro de Heredia, pasadas la 1 p. m. en una iglesia repleta de familia, amigos y personas que quisieron darle el último adiós al comunicador.
Zamora falleció la noche del miércoles 5 de abril a causa de un paro cardíaco que sufrió en la casa de su madre, luego de batallar por tres años con un tumor meningioma en su ojo derecho —una masa benigna—, que en su caso, se había vuelto a formar en reiteradas ocasiones y no daba tregua.
Sentido adiós
El funeral lo ofició el sacerdote Gerardo Badilla, quien se tomó algunos minutos para dedicar unas palabras a la memoria del comunicador.
“Se nos fue un aficionado más, pero lo recordaremos con esa camisa roja y amarilla” dijo el cura.
Además, el sacerdote se dirigió a Luciana, hija del comunicador y de su esposa, Ginnés Rodríguez. La niña de 9 años subió hasta el altar con valentía para leer un Salmo.
“Desde el cielo su padre siempre la va a proteger y ayudar (...) Usted nunca va a estar sola, ahí está su madre, quien es una guerrera igual que su padre”, le aseguró Badilla ante una sonrisa noble de la pequeña.
Mientras tanto, en el templo decenas de seguidores del equipo florense vestían orgullosos la camisa rojiamarilla, pues sabían que Zamora era uno de los suyos. También había varios rostros conocidos del periodismo costarricense, como Natalia García, Andrés Martínez, Marcelo Castro, Nielsen Buján, Luis Carlos Monge y Djenane Villanueva; así como el locutor Jorge Madrigal, entre otros.
Otro quien se hizo presente al funeral fue Arnoldo Castillo, integrante de Los Tenores, quien subió a cantar al lado del coro de la iglesia.
Al final de la ceremonia, Eduardo Zamora, hermano de Gerardo, pasó al frente para agradecer las muestras de cariño de los cientos de costarricenses que se preocuparon por la salud del comunicador y su familia.
“Hace un día Ginnés nos dijo mientras comíamos: ‘es que Gera nos amó tanto...’. Y creo que esta es una oportunidad para amar. La vida a veces pasa por uno, pero uno no está pasando por la vida. Nosotros tenemos muchas oportunidades en la casa, en el trabajo, con la mamá, con el papá...
“El mensaje es involucrarnos, porque el amor es un acto optativo y la vida no es más que un momento de lucidez para hacer cuento de la verdad. Dejemos de perder el tiempo, porque creo que esta es la herencia de Gerardo”, comentó Eduardo Zamora.
Ginnés ovacionada
“Eres una gran mujer”, “Eres una campeona” y “Te admiramos” fueron algunas de las frases que asistentes al funeral comenzaron a gritarle a Ginés Rodríguez en las afueras del templo.
En medio de aplausos, la periodista, quien se aferraba a sus hijos y los abrazaba conmovida, dio unas palabras para agradecer a todos los presentes por acompañarla a ella, a su esposo y a su familia en el proceso.
“No tenía planeado hablar... no puedo, pero quiero decirles que gracias por tanto amor”, dijo la presentadora de Informe 11, mientras sostenía un par de rosas blancas.
Minutos más tarde, la periodista, quien el próximo 17 de abril cumpliría 13 años de matrimonio con Zamora, añadió que se siente fortalecida y con paz.
“Duele mucho, duele respirar, duele abrir los ojos... duele mucho; pero yo espero que con Dios podamos ir pasando este momento. Sé que mis hijos necesitan ver una mamá que sale adelante, que podemos llorar, que podemos estar tristes, que es parte del proceso, pero yo sé que ellos están muy preocupados por mí y quieren cuidarme mucho”.
Rodríguez agregó que ahora les dice a sus hijos que el mejor tributo que le pueden hacer a su papá es ver la vida con el vaso medio lleno.
“Tenemos que ver la vida medio llena. Él siempre será el gran amor de mi vida”, aseguró.