Las emociones estuvieron al límite en la semifinal de Nace una estrella, que se realizó este domingo 12 de noviembre en el estudio Marco Picado, de Teletica. Los participantes César Fuentes y Lucas Guerrero fueron expulsados en esta gala y hablaron con La Nación sobre los sentimientos después de su eliminación.
Lucas demostró, como bien lo dice su apellido, ser todo un guerrero. En su primera presentación de la noche tuvo una confusión y olvidó la letra de la canción Nuestro juramento, pero ahí, en el centro del escenario, se guardó las lágrimas de preocupación y salió avante en el show. Para su segundo tema se levantó como los grandes artistas e interpretó Torero.
Sin embargo, el esfuerzo de la noche no le alcanzó para seguir en la competencia. El niño se enfrentó a sus compañeros Mariser Picado y Jeremy Solís, quienes se convirtieron en los finalistas de la categoría infantil.
La mañana de este lunes, Lucas estaba más tranquilo. El niño contó feliz que iba de camino a una presentación y que por la noche tendría concierto con sus compañeros del programa.
“Me quedo con la amistad y el cariño de todos. Al principio casi no nos saludábamos porque apenas nos conocíamos, pero cuando pasaron las galas nos hicimos como una familia. Nace una estrella me deja el cariño y el amor”, dijo el pequeño cantante.
Lucas agregó que en el programa aprendió mucho de técnicas de canto, así como fuerza de voluntad y disciplina.
Sobre su salida comentó que se sintió un poco triste porque quería llegar a la final. “Dios es el que sabe todo, Él quería que yo llegara hasta aquí”, afirmó.
Su madre Jazmín Chavarría contó que toda la familia está muy orgullosa por el valor y el talento del pequeño Lucas. Ella aseguró que lo que demostró el niño en la semifinal es un gran ejemplo para todos.
“Estamos felices y agradecidos con Dios por este angelito que nos dio como hijo”, aseveró.
César venció sus miedos en Nace una estrella
En la categoría de adultos, quien dejó el concurso fue César Fuentes, un artista que se ve con gran temple en el escenario, pero que afirmó que en el programa venció muchos miedos e inseguridades.
“Fue un gran aprendizaje, una escuela en lo profesional y en lo personal”, manifestó.
El intérprete, quien en la gala cantó El pastor y Always, dejó claro que su paso por la competencia lo convirtió en una nueva persona y en un nuevo artista. “Hay un antes y un después. El crecimiento que tuve como cantante, al final de cuentas, es lo más significativo, porque de acá en adelante va a servirme para mi trabajo”, expresó.
Saber manejar las situaciones de presión, sobrellevar los comentarios en redes sociales y conocer sobre el montaje profesional de conciertos e imagen, son parte de las habilidades que el artista aprendió en su paso por el concurso.
“Nunca imaginé superar mis inseguridades y miedos, porque muchos me hacían creer que yo no era capaz de estar frente a cámaras en un programa que ve toda Costa Rica”, concluyó.
César se enfrentó a Jafet Jérez, quien pasó a la final con Gustavo Marín, Ana Laura Madrigal y Jeff On.