Colmado de emoción y con el deseo de repasar las canciones más destacadas de su carrera, el cantante costarricense Danilo Montero efectuará dos conciertos el teatro Melico Salazar, en San José. Mi viaje es el título de la presentación que dará el intérprete de música cristiana, en lo que él considera un reencuentro muy especial con la tierra que lo vio nacer.
Los recitales serán este viernes 27 y sábado 28 de octubre, a partir de las 8 p. m., y todavía quedan entradas disponibles para verlo cantar. Los boletos están a la venta en el sitio www.eticket.cr y los precios van desde los ¢22.700 hasta los ¢38.600.
Sobre este espectáculo, la música cristiana en general y su carrera, Danilo Montero habló con La Nación en entrevista virtual.
“Tengo muchos años desde que hice algo parecido a esto, por lo menos en un lugar tan especial e icónico para Costa Rica como lo es el Melico Salazar. Es un reencuentro con mis amigos allá en Costa Rica”, dijo el artista, quien en el 2014 ganó el Latin Grammy a mejor álbum cristiano en español.
Mi viaje es el nombre del disco que Montero presentará en esta ocasión. Este álbum lo publicó antes de la pandemia y, por causa de la emergencia sanitaria, no había podido cantarlo en suelo tico. Esta producción es un repaso por toda su carrera musical y celebra los primeros pasos que dio en la música, con una banda que armó con un grupo de amigos en la universidad.
“Hay canciones que compusimos allí, comenzando la carrera con mi amigo Johnny Jiménez en una cabaña, donde nos retirábamos para orar y componer. Estarán esas canciones que se hicieron conocidas en todo el mundo (...) Visitamos eso, pero tomo algunos clásicos y les damos una refrescada, los empujamos hacia adelante para una nueva generación que quizás no las habían escuchado”, comentó Montero.
La música de Danilo Montero como un vehículo de Dios
Montero comentó que, como artista, tiene una responsabilidad muy grande, que en su criterio es llevar un mensaje positivo y de esperanza a las personas, utilizando la música como un vehículo para lograrlo. Esa es su misión en la vida.
“La música se convierte en una herramienta increíble de conexión con Dios. Me di cuenta de que no solamente es eso, sino que es un conducto de sanidad interior del alma, el corazón y el espíritu. Es un conducto para ayudar a las personas a superar situaciones, lutos, crisis, hasta recuerdos duros de vencer. La música le ayuda a las personas a reinterpretar, a ver la luz de un amor más grande que el dolor que vivimos como humanos”, aseveró.
Eso sí, Montero comentó que un elemento importante en la música cristiana es que el artista tenga convicciones fuertes, una vivencia honesta con el mensaje que transmite, pues no solo es una interpretación de la vida.
El artista explicó que la música cristiana es positiva, pero no porque el intérprete siempre esté en un lugar de triunfalismo, sino que más bien se desarrolla desde un espacio donde el ser humano puede estar sufriendo. Sin embargo, en algo que puede sonar paradójico, las canciones de este género se cantan desde la alegría que vendrá después de las lágrimas.
“A veces cantamos sobre el amor que Dios tiene por nosotros y no necesariamente lo sentimos, pero confiamos que es real, o hablamos de nuestras luchas con nuestra humanidad desde la perspectiva que sé que alguien venció por mí, que alguien me va a ayudar, que alguien me va a sacar adelante. No es que no sea honesto en el canto cuando hablo de la fe, es tan honesto como para decir que no estoy donde quisiera estar, pero confío en que llegaré”, dijo.
Una convicción muy importante en la carrera de Danilo Montero es que su música no conoce de religiones. Según el propio intérprete, sus canciones están hechas para conquistar todos los corazones y llevar el mensaje de fe a todo el que lo quiera escuchar.
“Este tipo de mensaje, en manos de un artesano musical que compone en poesía y belleza, ¿quién se niega a escuchar y apreciar algo así? Reconozco que hay canciones cristianas que son escritas desde una perspectiva a veces teórica, mística y filosófica, que tal vez no sea para mucho público, pero aquella música bien conceptualizada, bien puesta en la página de un pentagrama, refleja un mensaje que todos podemos relacionar sin importar que seamos cristianos, evangélicos, católicos o musulmanes”, concluyó.