Si algo dejó sorprendidos a los uruguayos de El Cuarteto de Nos cuando visitaron Costa Rica, el año pasado, fue la gran cantidad de seguidores que llenaron los tres conciertos que ofrecieron. Por ese motivo, es que pronto retornarán a suelo tico, para cumplir la promesa de tocar aquí cuantas veces se pueda.
En el 2022, después de muchos años de espera, los fans de la banda tuvieron la oportunidad de ver a la agrupación tocar canciones nuevas, unas que nacieron en pandemia. Ahora, la nueva cita será el jueves 21 de setiembre en el club Pepper, en Zapote. El espectáculo agotó rápidamente sus entradas y eso demuestra una vez más que el cariño de los ticos por El Cuarteto, es grande.
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Previo a su presentación, en la que harán un repaso por el disco Lámina11, pero también por temas de toda su carrera, el cantante y compositor Roberto Musso habló con La Nación sobre nuestro país, su música, la pandemia y mucho más.
-Vienen una vez más después de tres exitosos ‘shows’ del año pasado...
-En esos primeros conciertos nos sorprendió totalmente el recibimiento del público. Íbamos tímidamente a hacer un show y terminamos haciendo tres sold out, con un montón de gente que se quedó con las ganas de vernos. Sabíamos que había mucho público y muchas ganas acumuladas durante muchos años. Ahora redoblamos la apuesta, vamos para un lugar con un aforo más grande y un sonido más potente. Estamos contentísimos por volver, yo lo prometí y como somos gente de palabra, estamos de vuelta.
-¿Qué energía se llevaron del público tico?
-Fue tremendo, la energía con la que nos recibió el público fue increíble. Además, había mucha gente joven, con mucho orgullo lo digo, porque se ve una renovación del público que conectó, muchísimo, con las canciones de los últimos discos, que tocan temas psicológicos y filosóficos, pero que también tienen preguntas muy contemporáneas. Creo que hay una identificación muy grande.
-¿Qué podemos esperar de este nuevo encuentro?
-Va a ser un show muy distinto a los del año pasado, porque esa vez fue un poco de la deuda que teníamos desde antes de la pandemia y estaba pensado para quienes no nos habían visto nunca. Ahora nos reencontramos con la gira de Lámina 11 muy aceitada, con canciones que ya son tomadas como clásicos de la banda. Tendrá un power muy fuerte, haremos hincapié en el nuevo disco y en el anterior, pero también habrá un recorrido por las canciones desde el álbum Raro en adelante. Es un show muy equilibrado.
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-Hablando de esa adaptación generacional, ustedes tienen muchos años juntos como banda, ¿cómo hacen para mantener esa vigencia y a la vez atraer nuevos públicos sin perder la esencia?
-Si hubiera una fórmula mágica para eso, ni la sé ni la quiero saber, porque ahí se perdería toda esa magia. Si me parece que hay varios factores que influyen, como tratar de hablar de temas contemporáneos que a mí como compositor de las letras me afecten o me inspiren emocionalmente para canalizarlos a través de una canción.
”Creo que eso es algo que la gente ha decodificado como muy genuino, muy honesto por parte de El Cuarteto. No ven ninguna pose, sino más bien nos ven como uno más. A nivel musical no somos una banda tan fundamentalista de rock, tan cerrada. Somos bastante abiertos a fusionar, a pedirle prestado a otros géneros cuestiones que artísticamente aporten a la canción. Eso, para una nueva generación de chicos más open mind, capaz que aporta para tener esa vigencia”.
-Esa exploración y variedad identifica muy bien a El Cuarteto, no tienen miedo de buscar otras formas, es un rock muy loco...
-Tal cual lo decís. Esa búsqueda no es menor. Cuando buscamos productores para los discos nos arriesgamos mucho que sea alguien que vea la banda desde afuera con conocimiento, pero sin ningún prurito para decirnos qué les parece mejor. En esa búsqueda somos muy sumisos a los consejos que nos dan, eso facilita el trabajo.
-¿Y qué tal a la hora de ejecutar en concierto?
-Son muchos los sentimientos que pasan por ahí, más ahora sabiendo del público joven que nos sigue y cómo les afectan las canciones. Nos dicen que muchas los han sacado de algún bajón depresivo o de un tema de ansiedad, también cómo se las han recomendado a amigos que la están pasando mal. Sabemos de gente que está inconsciente o en estado de coma a quienes les han puesto canciones de El Cuarteto para ejercitar todo lo que tiene que ver con el tema neuronal. Son historias muy fuertes, a la hora de cantar a veces tengo que tratar de no pensarlo porque me emociono y me equivoco en las letras.
”Es una especie de catarsis psicológica colectiva lo que se vive en nuestros shows. Se me eriza la piel por el sentimiento que ocurre. Es suerte, no lo concibo de otra forma”.
-Vienen con música nueva, Lamina 11 es un disco que se gestó durante la pandemia y tiene muchos cuestionamientos sobre lo que vivimos...
-Fueron canciones que surgieron sin necesidad, porque teníamos muchas canciones y no había por qué componer. Sin embargo, fueron motivadas por el bombardeo de información y la gran incertidumbre por el montón de temas que nos explotaron en la cara como humanidad, como las luchas de poder, la búsqueda de culpables, la salud mental, la soledad.
”Para mí fueron un montón de condicionantes que me movilizaron, sin quererlo, a componer canciones. Así que, casi sin quererlo, surgió el disco que tiene mucho de psicológico”.
-¿Cómo se logra el balance de hacer música que conquista fácilmente, pero que a la vez es profunda y motiva a ser interiorizada?
-El Cuarteto es una mezcla de rock y Hip-hop envuelto en un envase pop, pero que en definitiva tiene ese acercamiento a primera escucha. Mucha gente después de esa primera vez dice: “Mirá lo que dice esta letra”, después de la escucha 15 se da cuenta de por qué lo dice. Detrás de eso hay mucho trabajo, me gusta que cada frase tenga su sentido, en nuestras letras hay poco que se repite, son letras largas; soy un enamorado del lenguaje español, de lo florido que es. Usamos sinónimos y rimas, todo eso me encanta, en cuanto más pueda ponerle capas a las canciones, más contento me quedo.
”Lo veo como un lienzo cuando el artista puede ir pintando más y más cosas para que la pintura sea más rica. Eso hace que las canciones sean atemporales y que no se hayan gastado con el correr del tiempo”.