“No todo es oscuridad”, con esa frase Nancy Vives, de 44 años, definió el mágico momento que vivió la noche de este jueves 21 de setiembre, durante el concierto de Fito Páez en Costa Rica.
En pleno, la familia Calvo Vives -de quien Nancy es la madre- llegó hasta Parque Viva, en la Guácima de Alajuela, para disfrutar de un recital que los ilusionaba a todos.
La fresca noche que aplacó el bochorno de la tarde, estuvo llena de simbolismos para la familia. Desde que Nancy enfrenta su segunda batalla contra el cáncer de mama, los tiempos han sido complejos, no obstante, la fe y la alegría no han dejado de acompañarlos.
Ver a Fito Páez en familia, definitivamente, es uno de esos momentos felices que los Calvo Vives atesorarán para siempre. Este deseo se cumplió gracias a la solicitud que una persona cercana le hizo a la productora del concierto, otorgándole de inmediato los boletos para que vieran el show juntos.
Al Anfiteatro Coca-Cola, en Parque Viva, llegaron Nancy y su esposo Iván Calvo, junto con sus hijos Iván, de 15 años, y Valentina, de 10. Los niños, quienes aparecen en este artículo con la autorización de sus padres, son músicos y fans de Fito, afición que les heredó el papá.
“Para mí es un sueño cumplido verlos a ellos cumplir su sueño”, dijo doña Nancy, quien actualmente está recibiendo tratamiento de quimioterapia.
La madre resaltó que ver a sus hijos tan felices representa una motivación en su proceso. “Estar en este concierto permite ver las cosas positivas y nos recuerda que no todo es oscuridad”, aseveró la mujer.
Por su parte, Iván y Valentina expresaron sentirse muy felices de ver al artista del que tanto les enseñó su padre. El adolescente toca el piano y la batería, mientras que la niña canta y es pianista: las canciones de Fito son infaltables en su día a día.