Luke McStravick era representante de ventas en San Diego, Estados Unidos, hasta que decidió trabajar de manera remota en Guanacaste para surfear al lado de su novia.
Cuando la pareja llegó a nuestro país, ingresaron con solo cuatro maletas, dos equipajes de mano y dos tablas de surf. Esta travesía, incluyendo los pasajes de avión y la movilización hacia Malpaís, les costó menos de $2.000.
Según reportó el medio Insider, actualmente los surfistas alquilan un apartamento en la playa, el cual cuenta con dos pisos y una cocina al aire libre, por un precio de $2.400 al mes.
Pero el mayor método de ahorro que utiliza la pareja es el recorte de transporte, ya que vendieron su automóvil en Estados Unidos y ahora se movilizan en bicicleta.
En la actualidad, McStravick trabaja en ventas para una compañía de comercio electrónico, mientras que su novia es instructora en salud, nutrición y yoga. Ya que ambos tienen horarios flexibles y trabajan en línea, pueden laborar en cualquier punto.
Antes de tomar la decisión de mudarse, el agente de ventas visitó Costa Rica en dos ocasiones. La primera fue en el 2018, cuando viajó en solitario luego de graduarse de la universidad; después lo hizo con su novia por un periodo de tres meses, para decidir si querían vivir permanentemente en el país.
Un aspecto determinante para vivir en Costa Rica fue la comida, ya que a diferencia de San Diego, acá pueden consumir productos cultivados localmente y sin químicos adicionales.
Fue así como en junio de este año decidieron establecerse en suelo nacional. Quedaron cautivados por las caminatas en las playas, los atardeceres y la cultura relajada de los costarricenses.
Ahora, con 27 años, la meta del joven surfista es comprar una casa y emprender. Entre sus sueños está abrir un negocio enfocado en salud y bienestar, o incluso un centro comunitario en Malpaís.